En donde tomaron a cuatro monos. Baduinos, para ser específicos. Y les trasplantaron corazones de cerdos a cada uno. Para comprobar si eran compatibles entre sí.
La imagen en sí es perturbadora. Pero lo impresionante aquí es que la primera pareja logró sobrevivir 3 meses con el corazón ajeno. Y la segunda dupla llegó al medio año de vida antes de que tuvieran que ser sacrificados.
A nivel técnico hacer funcionar el órgano de una especie en otra es toda una proeza. Para lograrlo aquí los investigadores bombearon una solución refrigerada; con sangre oxigenada, nutrientes y hormonas en el corazón de los cerdos.
Gracias a ellos pudo conservarse intacto y en mejores condiciones para la intervención. Se especula que ello pudo ser un factor clave para que durase tanto tiempo en los monos.
Aunque falta mucho para lograr un trasplante 100% funcional y exitoso.