Moscú, (EFE).-El Kremlin hizo un llamado este martes a la comunidad internacional y especialmente a Turquía a evitar declaraciones que propicien la escalada del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en el enclave separatista de Nagorno Karabaj, donde ambos países se enfrentan por tercera jornada consecutiva.
“Partimos ante todo de la necesidad del cese inmediato del fuego y de la confrontación armada. Cualquier declaración sobre un posible apoyo militar o acción militar es como echar leña al fuego. Estamos categóricamente en contra de esto y no estamos de acuerdo con este enfoque”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
En ese sentido, el portavoz presidencial llamó a todos los países y “especialmente a nuestros socios como Turquía” a hacer todo para convencer a las partes enfrentadas a cesar el fuego y “retornar al proceso de solución pacífica de este conflicto de larga data”.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia acusó este lunes a Turquía de participar “sobre el terreno” en las hostilidades que estallaron el domingo en Nagorno Karabaj.
La víspera el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se alineó con Azerbaiyán al exigir a Armenia la “liberación total” de las “tierras ocupadas”, como vía para establecer la “paz y la estabilidad en la región”.
El conflicto con Truquía continua
El Gobierno turco reafirmó este martes su apoyo a Azerbaiyán “en el terreno y en la mesa de negociaciones”, declaró el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu.
Peskov destacó en tanto que la posición de Rusia es “equilibrada”, y explicó que ser copresidente del grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) junto a EEUU y Francia para la solución del conflicto en esta región le permite fungir “de un modo efectivo como mediadora en la solución de este conflicto”.
Según el portavoz del Kremlin, este conflicto merece “un profundo análisis por parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC)”, alianza político-militar postsoviética, de la que forman parte tanto Rusia como Armenia.
No obstante, se abstuvo de hacer más comentarios respecto a la posible implicación de esta organización en el conflicto, al alegar que “se trata de un tema extremadamente sensible, en el que todos deben ser absolutamente cuidadosos”.
Por su parte, la Duma rusa (Cámara Baja) hizo un llamamiento a las partes en conflicto sobre “la necesidad de un cese inmediato al fuego, evitar una escalada de las confrontaciones en la región y defender la solución pacífica como única alternativa”.
La Cámara Baja rusa se ofreció a ejercer la mediación entre Armenia y Azerbaiyán con el fin de estabilizar la situación.
Los combates en el enclave separatista, que desde el domingo se han cobrado decenas de víctimas entre civiles y militares, continuaron este martes con nuevos enfrentamientos, según fuentes de Armenia y Azerbaiyán, que ofrecen versiones encontradas sobre los sucesos en el terreno.
El conflicto armenio-azerbaiyano se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, cuando a finales de los 80 el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabaj, poblado mayoritariamente por armenios, pidió su incorporación a la vecina Armenia, tras lo cual estalló una guerra cuyas consecuencias perduran hasta la actualidad.