Infobae-.Generar el menor impacto en el medio ambiente, consumir la menor cantidad de energía posible o incluso producirla son algunas de las condiciones para que una vivienda sea sustentable. Cada vez son más los recursos que existen para lograrlo, desde paneles fotovoltaicos, instrumentos que generan calor para alcanzar el calentamiento del agua con energía renovable, hasta túneles que llevan luz sol a lugares oscuros.
Gerardo Azcuy, fundador de Azcuy, detalló a Infobae alguno de los recursos que están a la vanguardia: “Es relevante la tecnología del equipamiento: el tipo de ventanas, de vidrios y el sistema de climatización. En nuestros edificios utilizamos amplios ventanales de piso a techo con carpinterías de aluminio de alta prestación con RPT (ruptura de puente térmico) que, combinadas con los vidrios reflectivos y de baja emisividad con cámara de aire, logran aislación térmica y acústica. Asimismo, los equipos de aire acondicionado reducen hasta un 65% el consumo de energía y permiten regular la temperatura por ambientes”.
Y describió el uso los de sistemas de domótica: “Estos permiten automatizar funciones como el apagado de luces cuando no hay nadie en un ambiente para reducir el consumo, o bajar las cortinas en determinados horarios para preservar la temperatura del espacio y prescindir de los equipos de aire acondicionado”. Y finalizó: “Es una tendencia que ya está absolutamente instalada y en gran parte terminó de afianzarse debido al confinamiento que nos toca vivir actualmente. Notamos que nuestro público exige y valora cada vez más este tipo de características en nuestros proyectos. A diferencia de las generaciones anteriores, las nuevas camadas de usuarios tienen mayor conciencia sobre el cuidado del medio ambiente”.
Entre los recursos enumeró: “Los monitores de energía, energía solar térmica (agua caliente calentada con energía solar), energía solar para iluminación (tubos solares), domótica (que se puede programar y manejar desde el celular), cambiar la iluminación a LED. También existen productos como estufas a leña de alto rendimiento que utilizan biomasa (energía renovable a partir de vegetales) como combustible, colectores solares para calefaccionar las piletas, colectores de aire caliente solar para calefacción de hogares. Y por supuesto, paneles solares fotovoltaicos para producir energía eléctrica”.
A la pregunta de la relación costo-beneficio Isasmendi respondió que “hay productos que son muy nobles y fáciles de recuperar la inversión inicial como por ejemplo la energía solar térmica: termotanques solares, colectores solares para piletas como así también las estufas a leña de alto rendimiento (doble combustión)”. Y resumió: “Cada vez vemos de cerca más ejemplos de aplicación de arquitectura bioclimática en las construcciones nuevas: ventanas con DVH (doble vidrio hermético), construcciones en seco con sistemas de placas aislantes que prometen hasta el 30 o el 40% de ahorro de energía sobre calefacción y tecnología inverter en equipos de aire acondicionados. Como así también la aplicación de conceptos básicos en proyecto como la orientación norte de los locales habitables para aprovechar el sol de invierno, o el uso de pérgolas o aleros en fachadas con orientación oeste para no sobrecalentar la edificación en verano”.
Verde es el nombre del proyecto inmobiliario que se va desarrollar en el barrio porteño de Saavedra. Yanina Gonzalez, su impulsora, no es arquitecta ni tampoco dirige una desarrolladora. Esta mujer, buscando vivir de una manera más coherente a sus principios y a su propósito de vida, quiso trascender y dejar una huella. Para ello, pensó, en el terreno de su propia vivienda, armar un proyecto arquitectónico de 4 pisos concebido con criterio eco- eficiente.
El objetivo principal es crear hábitats confortables con el menor costo energético. Para lograrlo se tendrá en cuenta la orientación, el asoleamiento, la ventilación, la aislación y la protección solar. Entre los recursos elegidos para lograr la mayor eficiencia se destacan las energías renovables, el uso racional del agua potable, recuperación de material potencialmente reciclable, reutilización de agua de lluvia y aguas grises, calentamiento natural del agua, estrategias de diseño bio-ambientales, huerta y compost en cada unidad.