Panamá, EFE.- La tormenta tropical Eta se enfila hacia las costas de Estados Unidos tras asolar Centroamérica y el sur de México con al menos 93 personas muertas, 171 desaparecidas y un paisaje de destrucción con daños aún incalculables.
En Centroamérica, Guatemala, con al menos 27 fallecidos, es el país con el mayor número de víctimas mortales por la depresión tropical Eta, en tanto que las autoridades han informado que siguen en la búsqueda de 103 personas que han sido reportadas como desaparecidas tras el embate del fenómeno meteorológico.
Los 27 decesos se dieron en seis departamentos de Guatemala, donde la lista de muertes por Eta era de 15 personas hasta el viernes, por lo que en las últimas 24 horas fueron localizadas 12 nuevas víctimas mortales de las lluvias y deslizamientos terrestres.
Mientras continúa la búsqueda de más de cien personas desaparecidas en una aldea en el norte del país, donde se presume que 150 casas quedaron soterradas debido a deslizamientos causados por las lluvias provocadas por el paso de Eta.
La aldea, denominada Quejá, está ubicada en el departamento de Alta Verapaz, 200 kilómetros al norte de la Ciudad de Guatemala.
Una avioneta con ayuda humanitaria para los afectados por Eta se estrelló este domingo en un sector residencial en el sur de la capital guatemalteca, por causas que se desconocen. El piloto falleció en el accidente.
En Honduras, 26 personas han muerto y seis están desaparecidas por las lluvias asociadas a la depresión tropical Eta, que causaron fuertes inundaciones en el norte del país que dificultan el acceso de socorristas que intentan rescatar a centenares de damnificados.
Un boletín de la estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) de Honduras actualizó este domingo la cifra de fallecidos, que aumenta según baja el nivel del agua en las zonas inundadas, especialmente en el departamento de Cortés, en el norte.
Las autoridades hondureñas han informado que hay más de 65.900 personas incomunicadas en 68 comunidades y 26.795 han sido evacuadas o rescatadas, mientras más de 11.000 han sido ubicadas temporalmente en 175 albergues, con un total de 1,7 millones de personas afectadas.
Además, en Honduras 49 resultaron destruidas, un centenar de carreteras con daños debido a los derrumbes de tierra y rocas, 21 puentes destruidos y 25 dañados.
En algunas zonas de Honduras, las precipitaciones superaron a las causadas por el huracán Mitch (1998), destruyendo cultivos de maíz, fríjoles, arroz, bananos, hortalizas, frutas y ahogando muchas cabezas de ganado.
Además, Eta causó la interrupción de los servicios de energía eléctrica, Internet y telefonía móvil en el norte del Honduras.
En Panamá, las lluvias asociadas a Eta dejaron al menos 17 personas muertas y 68 desaparecidas hasta este sábado, causando una devastación en el oeste del país que ha dificultado el acceso de los socorristas y generado dramáticas historias de rescate.
Hay 168 personas aisladas o incomunicadas y 832 ha sido evacuadas o rescatadas en Panamá, donde las precipitaciones, que amainaron, han afectado a 2.587 personas, una parte de las cuales han sido ubicadas temporalmente en 29 albergues.
Los equipos de socorro, que han recibido el apoyo del Comando Sur de Estados Unidos, llegaron a las zonas rurales que quedaron incomunicadas especialmente en la provincias occidentales de Chiriquí, considerado el granero del país, y Bocas del Toro, limítrofes con Costa Rica.
En El Salvador, las autoridades han evacuado a 2.123 personas y las alojaron en 55 albergues en prevención por las lluvias generadas por Eta, que se cobró la vida de al menos una persona.
El servicio de agua potable se cortó en 19 comunidades y 160 registraron otro tipo de daños en El Salvador, cuyo Gobierno anunció que pondría a disposición 200 socorristas y 2 millones de dólares en alimentos para Guatemala y Honduras.
Eta entró el martes en Centroamérica por Nicaragua convertido en huracán de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson, de un total de 5, pasó a ser tormenta tropical posteriormente y siguió hacia Honduras hasta salir como depresión el jueves.
En Nicaragua, aunque el Gobierno no ha emitido un informe oficial sobre los daños y las necesidades causadas por Eta, organizaciones gremiales y políticas de oposición nicaragüenses decidieron acopiar ayuda de forma clandestina para los damnificados del huracán.
Los indígenas del noreste de Nicaragua han revivido una táctica ancestral para sobrevivir ante la escasez de alimentos generada por el impacto del huracán.
Tras cuatro días sin alimentarse, los indígenas, en su mayoría miskitos y mayagnas, recurrieron al “pana pana”, práctica ancestral de solidaridad mutua que en lengua miskita significa “yo te doy, vos me das”, y que en mayagna es conocida como “biri biri”, es decir, reciprocidad.
En el sureste mexicano, hasta el sábado se calculaba en 22 el número de muertos causado por Eta y las tormentas, además de cinco desaparecidos, en los estados de Chiapas y Tabasco.
En el municipio de Chamula, Chiapas, la etnia tzotzil continuaba la búsqueda de los cuerpos de cuatro de nueve personas atrapadas por el desborde de un río que sepultó sus viviendas en un lodazal.
El sureste de México, junto al Caribe y Centroamérica, se resiente de los efectos de Eta esta semana.
El fenómeno natural, que ahora se dirige hacia Florida (Estados Unidos), tras pasar por Cuba, ha dejado desaparecidos, miles de afectados, casas, vías y cultivos arrasados en Centroamérica.