Berlín,(EFE).-La canciller alemana, Angela Merkel, abordó este martes telefónicamente con el presidente electo de EEUU, Joe Biden, las relaciones transatlánticas y los grandes desafíos globales, informaron fuentes del Gobierno de Berlín.
Ambos políticos coincidieron en destacar la “gran relevancia” de esas relaciones, añadió el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, al informar de la conversación telefónica mantenida hoy entre Merkel y Biden.
La canciller felicitó al presidente electo por su victoria en las urnas y la de la vicepresidenta, Kamala Harris, y le expresó su “confianza” en una provechosa relación.
Merkel ya mandó un primer mensaje de enhorabuena a Biden el sábado, poco después de conocerse que había sido virtualmente elegido como nuevo presidente de Estados Unidos.
Este proceder es inusual en la canciller, quien normalmente espera a los datos oficiales para felicitar al vencedor de unas elecciones.
Ayer, la jefa del Gobierno alemán hizo una declaración institucional en que de nuevo felicitó a Biden y a Harris, al tiempo que expresaba su convicción de que EEUU y la Unión Europea “deben estar juntos” en las luchas contra la covid-19 y el calentamiento global.
“EEUU y Alemania, como parte de la Unión Europea, deben estar juntos para superar los grandes retos de nuestro tiempo”, aseguró en su declaración, al mencionar entre esos desafíos el calentamiento global y sus consecuencias, así como la lucha contra el terrorismo.
Se refirió asimismo la canciller, quien en ningún momento mencionó al aún presidente Donald Trump, a los “valores fundamentales” que comparten EEUU y Europa, como el individuo, la democracia y la libertad.
De Harris, subrayó Merkel que, como primera mujer vicepresidenta de EEUU e “hija de inmigrantes”, es una “inspiración y un ejemplo” de las “posibilidades” que ofrece Estados Unidos.
Biden será el cuarto presidente de Estados Unidos con quien tratará Merkel como canciller alemana, tras George W. Bush, Barack Obama y finalmente Trump.
Las relaciones entre la líder alemana y el presidente saliente han sido siempre tensas, marcadas por las salidas de tono del estadounidense y pese a los repetidos esfuerzos de Merkel por mantener la armonía bilateral.
A las persistentes acusaciones de EEUU de no invertir suficiente en defensa se ha sumado el malestar de Berlín por el anuncio de retirada de unos 12.000 soldados estadounidenses estaciones en territorio alemán -la mitad del contingente-, así como el rechazo de Washington al Nord Stream 2, el gasoducto que transportará gas ruso a Alemania.