Roma,(EFE).-Italia registró hoy 27.354 nuevos contagios de coronavirus en las últimas 24 horas, en una jornada con menos pruebas diagnósticas, y sumó 504 muertos, mientras percibe señales de que la curva epidemiológica empieza a aplanarse.
Estas más de 27.000 infecciones son el menor aumento de la última semana, si bien corresponden a la habitual contracción de los lunes, debido al menor número de test realizados, unos 152.000, frente a los 200.000 del día anterior.
La cifra de 504 fallecidos, aunque muy alta, es también la menor desde hace una semana y sitúa el total de muertes desde el comienzo de la pandemia en 45.733.
En Italia se han infectado un total de 1.205.881 personas con el coronavirus desde el comienzo de la emergencia, el 21 de febrero, con la detección de los primeros positivos autóctonos.
Por otro lado sigue aumentando la presión en los hospitales de Italia y, de los actuales 717.784 enfermos con la COVID-19, un total de 36.028 han necesitado ser ingresados (559 más que ayer) y 3.492 se encuentran en unidades de Cuidados Intensivos (70 más).
Las regiones con peores datos siguen siendo Lombardía, epicentro desde el principio y que en las últimas horas detectó 4.128 casos; Piamonte (3.476) y Campania (4.079).
El ministro italiano de Sanidad, Roberto Speranza, explicó que la curva epidemiológica “se está estabilizando” después de las últimas restricciones establecidas por decreto, especialmente en siete regiones particularmente amenazadas y que han sido confinadas.
“Aún es pronto para decirlo, pero hay razones válidas para creer que las últimas medidas comienzan a dar resultado. Los próximos siete días serán decisivos”, aseveró en una entrevista al diario “La Stampa”.
Para frenar al virus el Gobierno italiano ha decretado hasta el 3 de diciembre un toque de queda nacional entre las 22.00 y las 5.00 locales, ha restringido los horarios de la restauración y ha cerrado cines, teatros, gimnasios o piscinas.
Pero sobre todo ha impuesto un sistema con tres niveles de restricciones a nivel regional -rojo, naranja y amarillo- para imponer las más severas a los territorios más perjudicados y evitar un cierre total del país, lo que penalizaría a las menos infectadas.
Las regiones “rojas” viven prácticamente un confinamiento, menos severo eso sí que el de la pasada primavera. En estos momentos son siete las regiones en este nivel: Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta, Toscana, Trentino-Alto Adige (norte) y las sureñas Campania y Calabria (este última por su precario sistema hospitalario).
Entretanto el Gobierno trabaja en un plan para distribuir las vacunas una vez estén disponibles y el ministro Speranza refirió que en primer lugar se aplicarán 1,7 millones entre el personal médico y sanitario y en las residencias para ancianos.
Para las “vacunaciones masivas” contra el Sars-CoV-2 habrá que esperar a la segunda mitad del 2021, vaticinó.