Internacional.- Una de las opciones que se ha planteado para la recuperación económica ante la crisis económica ocasionadas por la pandemia de coronavirus es la adopción de la una economía circular del carbono, planteamiento que se hizo principalmente para las naciones que forman parte del grupo del G-20.
Dicha propuesta la realizó Salman bin Abdelaziz, rey de Arabia Saudita y quien estar año lideró las reuniones del G-20, solicitó que se asuma dicho compromiso al desarrollar un programas mientras se continúa desarrollando la economía, lo cual implica la reducción de emisiones, reutilizar, reciclar, eliminar.
De acuerdo con la Organización de la Naciones Unidas (ONU), indica que la economía circular podría reducir un 99% de los desechos de algunos sectores industriales y un 99% de sus emisiones de efecto invernadero, lo cual colabora en la protección del medio ambiente y combatir el cambio climático. Lo cual se logra con reciclaje, reutilización y refabricación de productos.
Lo anterior también refiere a realizar cambios en la forma en la que se produce y se consume. Adriana Zacarías, la coordinadora regional de Eficiencia de Recursos para América Latina y el Caribe de ONU Medio Ambiente, explicó para el portal de las Naciones Unidas que el “modelo está basado en una economía lineal de extracción-producción-consumo-desperdicio. Lo que queremos es pasar a una economía circular en la que tenemos que cerrar los ciclos de producción y mantener un flujo constante de recursos naturales”.
Por otra parte se encuentra la generación de empleos, según la Comisión Económica para América Latina y El Caribe, mejorar la eficiencia y la vida útil de materiales en nuestra región llevaría a la creación de cinco millones de empleos.
En el The Circularity Gap Report 2019 se indica que sólo el 9% de las economías son circulares. Harald Friedl, CEO de Circle Economy, hace énfasis que en los países se han enfocado sólo en las energías renovables pero han dejado de lado la economía circular, lo cual al rediseñar las cadenas de suministro tendría un impacto en el crecimiento al hacer economías más eficientes, citó el porta Compromiso Empresarial.
Otro de los impacto de adaptar este tipo de dinámicas en la economía, indicó, “no solo reducen las emisiones, sino también la desigualdad social y fomentará el crecimiento bajo en carbono”.
En Arabia Saudita cuentan con iniciativas que les han permitido reducir la emisión de carbono y transformar las fuentes de energías renovables. Salman bin Abdelaziz puntualizó que para el 2030 el 50% de la electricidad será producto de la energía solar y eólica en esa nación.
Los países del G20 están fomentando las energías sostenibles como futuro y pilar de recuperación económica tras la grave crisis causada por la COVID-19.
El G20 está integrado por Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, el Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea.
Además de España, país invitado permanente, Suiza, Jordania y Singapur han sido invitados también a participar este año.
Con información de EFE.