(EFE).- La farmacéutica Moderna anunció este lunes que va a pedir inmediatamente que EE.UU. autorice comercializar su vacuna contra la covid-19, una noticia que se suma a avances en varios países de América reflejados en la flexibilización de medidas para enfrentar la pandemia.
Además del aval de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de EE.UU., Moderna también solicitará el de la Agencia Europea del Medicamento tras afirmar que el análisis de eficacia del estudio de fase 3 de su vacuna, tras 2 meses de seguimiento, incluyó a 30.000 participantes con una eficacia del 94,1% sin dificultades graves.
Más importante aún, la eficacia de la vacuna contra los casos más graves es del 100 %, según la compañía, y las dosis pueden administrarse desde el 21 de diciembre si el proceso se desarrolla sin problemas, dijo Stéphane Bancel, director ejecutivo de Moderna, a The New York Times.
Moderna se suma así a Pfizer como las firmas de EE.UU. en solicitar una autorización de emergencia, mientras que a nivel mundial también se destacan la vacuna de AstraZeneca y la universidad británica de Oxford y la rusa Sputnik V, que según sus creadores tiene una eficacia superior al 95 %, aunque con una muestra de casos menor.
Con todos los ojos del mundo puestos en estos medicamentos, Puerto Rico prevé recibir las primeras dosis del 12 al 13 de diciembre próximos, de acuerdo con José Reyes, ayudante general de la Guardia Nacional.
Y American Airlines informó que comenzó a prepararse para distribuir las vacunas ensayando vuelos especiales entre Miami y Suramérica, simulando condiciones como la refrigeración (la de Pfizer requiere mantenerse a 70 grados centígrados bajo cero) y el manejo de la carga.
AVANCES EN BOLIVIA, ARGENTINA Y NICARAGUA
Esta buena noticia se da justo cuando algunos países del continente, que tiene más de 26,7 millones de contagios y 725.000 fallecimientos, siguen relajando sus normas, como Bolivia, que desde este martes y hasta el 15 de enero permitirá varias actividades restringidas para buscar “dinamizar” la economía.
Las “actividades culturales, deportivas, sociales, religiosas, procesos electorales y recreativas que generen aglomeración de personas” son las que desde este martes estarán autorizadas, según un decreto supremo.
En octubre pasado, Bolivia tuvo un desempleo del 8,7 %, un indicador que incluso llegó al 11,6 % por la pandemia, mientras que hasta septiembre la economía había caído el 10,4 %, a la vez que la enfermedad ha dejado 8.952 decesos y 144.622 casos, aunque el domingo se reportaron únicamente 30 contagios y 3 fallecidos, unas de las cifras más bajas de los últimos meses.
Por su parte, Argentina habilitó desde este lunes, de forma excepcional, el ingreso de extranjeros no residentes que sean parientes directos de connacionales y que ingresan transitoriamente al país por razones de necesidad.
Tras las fuertes restricciones impuestas en marzo pasado, que paralizaron el transporte aéreo casi en su totalidad, en noviembre se abrió el ingreso a los extranjeros provenientes de los países limítrofes.
Además, Nicaragua informó que 72.407 de sus nacionales han regresado al país en medio de la crisis sanitaria, después de que el Gobierno permitiera su retorno en junio pasado, tras denuncias de restricciones para volver, aunque los gastos de traslado han tenido que ser sufragados por ellos mismos o por los países de origen y organizaciones humanitarias.
PREOCUPACIÓN EN NUEVA YORK, SAO PAULO Y CHILE
Al contrario, el estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil con unos 44 millones de habitantes, volverá a endurecer sus medidas para contener al coronavirus desde esta semana, anunció hoy el gobernador paulista, Joao Doria.
Aunque el retorno regional a la fase amarilla en medio del rebrote que vive Brasil, el país más afectado junto a EE.UU. e India (172.833 muertes y 6,3 millones de casos), “no cierra” comercios, bares, restaurantes, gimnasios y otros, sí restringe el horario de funcionamiento, limita el aforo a un 40 % y determina el cierre de establecimientos nocturnos a las 22 horas.
Mientras, el mismo día en que la Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió evitar las grandes reuniones familiares y los festejos en sitios concurridos durante las fiesta navideñas, Nueva York comenzó a reforzar sus hospitales ante el temor de un aumento no solo por esas celebraciones sino por el previsto “efecto post-Acción de Gracias”, festividad que tuvo lugar el jueves pasado en EE.UU.
“La covid-19 es el Grinch, es un oportunista y ve esto como la temporada de la transmisión viral”, dijo Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, estado donde la tasa de positividad se ha elevado al 4,57 %, con 6.819 nuevos contagios, 54 fallecidos y un total de 3.532 personas hospitalizadas, unos niveles que consideró “dramáticos”.
Chile también está en alerta por el aumento del número de contagios de la enfermedad en 9 de las 16 regiones del país, siendo Coquimbo (sur), Magallanes (sur), Valparaíso (centro) y la Región Metropolitana (a la que pertenece Santiago), las que registran más casos.
“Estamos muy preocupados por esta segunda ola. Hemos tenido incluso que trasladar pacientes desde regiones”, advirtió en una rueda de prensa el ministro chileno de Salud, Enrique Paris.
El Gobierno uruguayo inició este lunes, por su parte, una serie de reuniones con los integrantes del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) ante el aumento sustancial de los casos en los últimos días, con 416 solo el fin de semana en un país donde solo hay 5.716 contagios y 76 fallecidos.
Por último, Colombia anunció que el cierre de sus fronteras terrestres y fluviales, vigente desde marzo pasado por la pandemia, se extenderá hasta el 16 de enero de 2021, aunque desde este martes la operación marítima se restablecerá gradualmente.
Medidas que contrastan con lo vivido en Florida, el tercer estado de EE.UU. con más casos detrás de Texas y California y donde, pese a estar al borde del millón de contagios, su gobernador, el republicano Ron DeSantis, insiste en que no establecerá restricciones, cuarentenas ni el uso obligatorio de mascarillas.