El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la primera dama, Jill Biden, se están adaptando a su nueva vida en la Casa Blanca, donde se instalaron el pasado 20 de enero tras su toma de posesión y la salida de Donald y Melania Trump. Aunque es la primera vez que puede dirigirse a ella como su hogar, la residencia presidencial no es extraña para el que fuera senador por Delaware hasta en cinco ocasiones consecutivas ya que Biden frecuentó ese edificio durante los ocho años en los que ejerció de vicepresidente de Barack Obama.
Desde allí, el 46º presidente de los Estados Unidos ha firmado ahora más de una treintena de órdenes ejecutivas que incluyen desde la gestión de la pandemia por la covid-19 hasta la crisis climática pasando por la paralización de la valla con México o la autorización para que los militares LGTBI puedan servir en el Ejército. Entre puestas en marchas de proyectos y nuevos acuerdos, Joe Biden saca un hueco de su apretada agenda para conceder, junto a su esposa, la que es su primera entrevista desde que llegara al poder.
Lo ha hecho a la revista People, un medio en el que no busca explicar con detalle cada una de sus reformas, sino en el que consigue relajarse junto a la que ha sido su compañera durante 43 años de matrimonio.
Pero las desgracias personales no es lo único que mantiene unido a la pareja presidencial. También que Jill Biden continúe con su trabajo como profesora universitaria. Aunque la doctora Jill (título que le da su doctorado) está impartiendo las clases vía telemática debido a la situación por el coronavirus, es la primera vez en la historia de Estados Unidos que una primera dama ejerce su trabajo fuera de la Casa Blanca. “Esa es mi pasión, es mi vida”, ha asegurado Jill Biden a People sobre los malabares que hace intercalando su trabajo como docente y sus labores de primera dama.
Una decisión que Joe Biden comparte desde el principio. “Me alegro de que haya mantenido su profesión. Es muy importante que sea educadora, aunque se tomó dos años de descanso cuando nos casamos [en junio de 1977] porque los niños eran pequeños, es importante que ella tenga su independencia y se dedique a las cosas que le importan. Sin embargo, siempre compartimos los sueños del otro”.