El exdirector de la Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), profesor Héctor Luis Martínez, se desligó de la eliminación de los anidamientos de pericos en los alrededores de la estructura.
Mediante un comunicado, Martínez manifestó que no tuvo ninguna participación en el desalojo de los pericos, alegando que “Jamás sería parte de una acción tan vergonzosa como la difundida en los medios. Primero, por mi sensibilidad ante la madre natura, segundo, por mi apego a los parámetros institucionales”.
Asimismo, manifestó que a finales del 2020 presentó su renuncia como director de la biblioteca, siendo efectiva el 2 de enero de 2021.
En la comunicación del maestro dijo además, que “a los autores de esta imputación infame, les digo que, diferente a Émile Zola, no acuso, pero, como él, tengo una pluma dueña de una trayectoria académica intachable y con sentido de compromiso”.
Se recuerda que este viernes se denunció que el director de la Pedro Mir habría ordenado que los espacios donde las aves se estaban reproduciendo fueran eliminados de las instalaciones de la misma.
De acuerdo a imágenes, los pichones fueron sacados de sus nidos, junto a huevos. Según el denunciante las autoridades no procedieron de manera correcta, asegurando que debieron buscar orientación de los grupos ecológicos y hacer una evaluación y programa para eliminarlos por fases.
Mientras que, el ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, informó que fueron recuperados en la UASD, seis pericos criollos y dos huevos.
“Gracias una llamada por Línea Verde, personal de @ambienterd y @zoodomrd recuperaron 6 pericos criollos y dos huevos dentro de la @UniversidadUASD. Nuestra biodiversidad hay que protegerla siempre”, escribió́ en su perfil de twitter.
Comunicado íntegro:
A la comunidad uasdiana y al país
Informo a la comunidad uasdiana y al país, que no he tenido ninguna participación en el desalojo de los ´periquitos´ que tenían un espacio de la biblioteca Pedro Mir como albergue. Jamás sería parte de una acción tan vergonzosa como la difundida en los medios. Primero, por mi sensibilidad ante la madre natura, segundo, por mi apego a los parámetros institucionales, tercero, porque a finales de 2020 presenté renuncia como director de la Biblioteca, efectiva desde el 2 de enero de 2021. A los autores de esta imputación infame, les digo que, diferente a Émile Zola, no acuso, pero, como él, tengo una pluma dueña de una trayectoria académica intachable y con sentido de compromiso.