Al comer nueces aportamos al cuerpo 19 sustancias relacionadas con un menor riesgo de sufrir diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular, según una reciente investigación de la Universidad de Harvard mediante inteligencia artificial.
Distintos estudios efectuados durante los últimos treinta años apuntan a que el consumo de nueces es notablemente beneficioso para nuestra salud.
Ahora, investigadores de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, HSPH, en Massachusetts, han identificado 19 metabolitos, sustancias derivadas de las reacciones químicas en el cuerpo, asociados con el consumo de nueces y a la vez con un 17 % menos de riesgo de padecer diabetes tipo 2 y un 29 % menos de riesgo de sufrir enfermedad cardiovascular.
Se trata de enfermedades denominadas cardiometabólicas, al combinarse e interactuar en ellas los riesgos y desórdenes de tipo cardiovascular (corazón y vasos sanguíneos) y metabólicos.
Los metabolitos son producto del metabolismo, el conjunto de reacciones químicas que ocurren en nuestras células para convertir los alimentos en la energía y en los materiales que nuestro organismo necesita para mantenerse sano y funcionar.
El cuerpo humano forma metabolitos específicos según los alimentos que consumimos, y los 19 identificados por los científicos de Harvard, forman en conjunto un perfil único, específico y característico de las nueces.
Investigación pionera
Este es el primer estudio que examina la asociación entre los metabolitos de las nueces y el riesgo de enfermedades cardiometabólicas.
Para ello se utilizó una técnica de “aprendizaje automático”, un tipo de Inteligencia Artificial (IA) que proporciona a las computadoras la capacidad de aprender, sin ser programadas directamente.
Con este avanzado sistema computacional capaz de analizar y correlacionar una enorme cantidad de datos, los expertos de la HSPH, examinaron datos de 1.833 personas de entre 55 y 80 años y con alto riesgo de enfermedad cardíaca, que participaron en el estudio PREDIMED, la mayor investigación mundial sobre dieta mediterránea, efectuada en España.
Los investigadores analizaron en su estudio los efectos de un patrón de dieta mediterránea complementada con frutos secos mixtos (50 % nueces, 25 % almendras y 25 % avellanas), en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
“Con las tecnologías basadas en datos, podemos adoptar un enfoque personalizado de la nutrición que conducirá a una mejor prevención y manejo de diversas afecciones de salud”, expone la doctora Marta Guasch-Ferré, investigadora del Departamento de Nutrición en Harvard T.H. Chan School of Public Health, principal responsable de este trabajo.
“Este estudio nos acerca un paso más a comprender ‘cómo’ las nueces son buenas para nuestra salud. Estas tecnologías de vanguardia están dando forma al futuro de las recomendaciones nutricionales”, afirma Guasch-Ferré.
Los secretos de los metabolitos
Esta investigación se inscribe en la metabolómica, o “estudio de los metabolitos de una célula, tejido u órgano que puede ser utilizado para evaluar la respuesta de un individuo a una dieta”, explican a Efe la doctora Guasch-Ferré y el doctor Pablo Hernández-Alonso, investigador en la Universidad Rovira i Virgili y el Instituto IBIMA (España) que formó parte del estudio.
Señalan que utilizando técnicas de aprendizaje automático pudieron identificar una amplia gama de metabolitos (biomarcadores) en muestras de sangre que se asociaban positivamente con el consumo de nueces, en vez de centrarse en un solo biomarcador como ocurre con las técnicas tradicionales.
Así consiguieron revelar “la firma metabolómica única de las nueces”, que consiste en identificar qué biomarcadores aparecen en la sangre después de consumir nueces”, explican.
“Hasta donde sabemos, nuestro estudio es el primero que identifica simultáneamente un perfil múltiple de metabolitos relacionados con el consumo de nueces y comprueba su asociación con dos condiciones de salud relevantes como las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo 2”, señalan los autores.
Estos hallazgos enfatizan la conexión entre el consumo de nueces, como parte de una dieta saludable, y la salud cardiometabólica, que se vienen investigando desde hace tres décadas, y “ayudará a futuros ensayos clínicos centrados en esta conexión”, de acuerdo a los investigadores.
Numerosos estudios científicos publicados corroboran que las nueces contribuyen a prevenir los factores de riesgo de la diabetes o la hipertensión arterial, así como a reducir el riesgo de padecer cáncer y el Alzheimer, según la California Walnut Commission.
No obstante, los resultados del estudio de Harvard son innovadores, pero no prueban una relación de causa-efecto, y además es difícil distinguir entre los metabolitos que sólo proceden de las nueces y las variaciones en el metabolismo debidas a otros factores, por lo que se necesita más investigación, reconocen sus autores.
Fuente: EFE