Durante la entrevista concedida a Oprah Winfrey, Meghan Markle no quiso revelar quién de la familia real había mostrado “preocupación” por el color de piel de su hijo por nacer para evitar hacer más daño a la institución, pero sus palabras impactaron en Buckingham.
La reina Isabel II se vio obligada a emitir un comunicado asegurando que el caso sería investigado, mientras que el príncipe William no pudo evitar defender a su familia: “No somos una familia racista”, exclamó el duque ante la pregunta de un periodista durante un acto oficial.
“Sé quién es. Hace tiempo que sé quién es”, afirmó la experta real Colin Campbell desde su canal de YouTube. Ante las cámaras, la escritora señaló que fue Anna, la única hija de la reina Isabel II, quien habría expresado su “extrema” preocupación, pero no por el tono de piel de Archie Harrison, sino por la llegada de Meghan Markle a la familia real.
Tras la entrevista, Oprah Winfrey afirmó que ni la reina Isabel ni su esposo, el duque de Edimburgo, hicieron los comentarios racistas. Explicó que no conocía la identidad de la persona, pero que Harry solo le había asegurado que no era uno de sus dos abuelos.
Según la escritora, su información es verídica y proviene de alguien cercano a la familia real.
Collin intentó aclarar qué fue lo que realmente le preocupaba a la hermana del príncipe Carlos de Inglaterra: si Meghan sería capaz de respetar a la familia real. Y acusó a duques de Sussex de sacar la “conversación de contexto” ya que la preocupación de la hija de Isabel II tenía que ver con “la cultura estadounidense de Meghan, no con el tono de piel” .
Durante su programa, la gran experta en la familia real británica, que es toda una celebridad en Reino Unido, aseguró que había sido otra fuente cercana a la familia real quien le reveló que no fue un asunto racista: “No hubo preocupaciones sobre el color de Meghan. A la princesa le preocupaba, con razón, que Meghan realmente no respetara a la institución con la que estaba por casarse y a la familia a la que estaba entrando”, dijo Campbell.
“Ana estaba preocupada por la incapacidad y determinación de Meghan de negar las diferencias culturales y de tener respeto por la institución a la que pertenecía la persona con la que se casaba y la familia de la que habría de formar parte”, señaló la escritora.
La experta real insistió en que la princesa Ana tuvo buenas intenciones e intentó hacer ver a su sobrino que la ex actriz californiana, de 39 años, no era la más idónea para lidiar con lo que significa formar parte de una de las instituciones más rígidas del mundo.
“Harry corrió hacia Meghan con las objeciones y Meghan las utilizó como arma. Estamos ante gente que está ansiosa por ver un desaire donde sin duda no lo hay”, dijo Campbell en su video publicado en su perfil de YouTube, que cuenta con 80 mil suscriptores.