En 2017, Michelle Carter fue declarada culpable de homicidio involuntario por persuadir a su novio a través de mensajes de texto para que se suicidara. Ella apeló la decisión, pero su condena fue confirmada el miércoles por la Corte Suprema Judicial de Massachusetts.
En un fallo escrito por el juez Scott L. Kafker, el tribunal declaró que “las pruebas eran suficientes para apoyar la decisión del juez de que la acusada, más allá de toda duda razonable, cometió homicidio involuntario como un delincuente juvenil”.
“Por su conducta imprudente, ella causó la muerte de la víctima por suicidio” concluyó la sentencia. “Su condena por homicidio involuntario como un delincuente juvenil no está legal ni constitucionalmente infundada”.
El abogado de Carter, Daniel N. Marx, dijo en una declaración a The Washington Post que estaban considerando otras opciones legales, incluyendo un posible recurso de apelación ante la Corte Suprema de EEUU.
“Estamos decepcionados con la decisión de la Corte, que adopta una narrativa que nosotros no creemos que respalden las pruebas. Continuamos creyendo que Michelle Carter no causó la trágica muerte de Conrad Roy´s, y que no debe ser responsabilizada penalmente por la elección de él de terminar con su propia vida” dijo Marx.
Carter, de 22 años, y la víctima, Conrad Roy III, se conocieron en 2012, según los documentos de la corte. Ellos mantuvieron su relación a través de mensajes de textos y frecuentemente discutían acerca de problemas de salud mental. Roy había intentado previamente suicidarse, y Carter había planeado buscar un tratamiento por un desorden alimentario.
Al principio, Carter instaba a Roy a buscar ayuda, pero “a medida que la víctima continuó buscando métodos de suicidio y compartiendo sus descubrimientos con la acusada, esta le ayudó a planear cómo, dónde y cuándo lo haría, minimizando sus temores de que sus miedos pudieran afectar a su familia” escribió la corte, citando varios mensajes que intercambiaron.
“Yo pensé que tu querías hacer esto. Es el momento adecuado y estás listo, ¡tú solo necesitas hacerlo!” escribió Carter a Roy en uno de los mensajes, en Julio de 2014, cuando él tenía dudas acerca de suicidarse. Ellos discutieron métodos, incluyendo envenenamiento por monóxido de carbono.
El 13 de julio de 2014, el cuerpo de Roy fue hallado en un vehículo en un estacionamiento de Massashusetts. Él murió de una inhalación de monóxido de carbono que se produjo “por una bomba de agua a gasolina localizada en el camión” dijo la sentencia.
En septiembre de 2014, Carter envió un mensaje a un amigo escribiendo “Su muerte es mi culpa porque honestamente yo podría haberle detenido, yo estaba en el teléfono con él y salió del coche porque estaba funcionando y él se asustó y yo le dije que volviera a entrar”.
Él tenía 18 cuando murió. Carter tenía 17 en ese momento.
Tres años más tarde, Carter fue condenada por homicidio involuntario por la muerte de Roy, y su caso dependió de los mensajes de texto que ella envió cuando él contemplaba suicidarse, y el hecho de que ella no intentara impedir que se matara. Ella fue sentenciada por el juez de la corte de menores del condado de Bristol, Lawrence Moniz, a dos años y medio de prisión pero podría disfrutar de libertad condicional después de 15 meses y le estará permitido permanecer en libertad mientras apela la decisión, según informó CBS News.
Fue un caso muy seguido, no solo por sus sorprendentes detalles sino también por las implicaciones legales de la condena de Carter.
Después de la condena, Laurie Levensor, una profesora de derecho penal de “Loyola Law School” en los Ángeles, dijo a The Washington Post que el caso envía un claro mensaje sobre que existen “nuevos medios de cometer viejos crímenes” y los fiscales probablemente atenderán más a este tipo de casos. Ella explicó que no sentó un precedente legal pero que planteó la pregunta, “¿Cuándo el bullying cruza la línea para convertirse en homicidio?”
La preocupación de la “American Civil Liberties Union” (Unión Americana de Libertades Civiles) ha crecido en relación a las grandes implicaciones que conlleva el fallo del miércoles.
“Es indiscutible que el suicidio de Conrad Roy es trágico. Pero, al confirmar la condena de Michelle Carter, la Corte Suprema Judicial ha otorgado a los fiscales poderes amplios e indefinidos que disminuyen los derechos de expresión de todos en Massachusetts” dijo el director legal Matt Segal en una declaración.
“La decisión de la Corte dice a los fiscales que ellos pueden presentar cargos contra individuos basados en la arbitrariedad y determinaciones subjetivas de qué discurso es noble y cuál es criminal” continuó Segal.
“Este poder fiscal enfriará las discusiones importantes y amorosas sobre el final de la vida entre los miembros de la familia y podría llevar a condenas erróneas de niños que se involucran en actividades imprudentes, conversaciones juveniles con sus amigos. La garantía de la Corte de que su opinión no criminalizará otro discurso hace poco por cambiar este resultado inevitable”.
Marx expresó sentimientos similares el miércoles, cuando dijo a The Washington Post que la decisión “estiraba la ley” y tiene “implicaciones preocupantes para la libertad de expresión, el debido proceso y el ejercicio de la discreción del fiscal”.
Al confirmar la condena el miércoles, el tribunal decidió que la afirmación de Carter de que su conducta estaba protegida por la Primera Enmienda, entre otras defensas, “carecía de mérito”.