Río de Janeiro, Brasil.- El estado de carbonización de los restos de los jóvenes fallecidos en el incendio desatado en una sede del club de fútbol Flamengo dificulta su identificación, admitieron este sábado fuentes del Instituto Médico Legal de Río de Janeiro.
Según portavoces de esa institución, hasta ahora sólo han podido ser identificadas cuatro de las víctimas del desastre ocurrido la madrugada del viernes, y el reconocimiento de las otras seis puede depender de exámenes de las arcadas dentarias o, en el peor de los casos, de análisis de ADN.
Por el momento, han sido identificados los restos de Arthur Vinícius de Barros, Bernardo Pisetta, Pablo Henrique da Silva Matos y Víctor Isaías.
Según el club, todavía falta reconocer los de Athila Paixão, Gedson Santos, Christian Esmério, Jorge Eduardo Santos, Rykelmo de Souza Vianna y Samuel Thomas Rosa.
El Flamengo confirmó que ha entregado al Instituto Médico Legal las radiografías de las arcadas dentarias de las seis víctimas cuyos restos aún no han sido identificados, con la esperanza de evitar el extremo de los análisis de ADN, cuyos resultados que podrían demorar semanas.
Las víctimas tenían entre 14 y 16 años y dormían la madrugada de este viernes en uno de los alojamientos del Ninho do Urubu, centro de entrenamientos del Flamengo situado en la zona oeste de Río de Janeiro, cuando se desataron las llamas.
Los bomberos sospechan de que el siniestro fue deflagrado por un cortocircuito en un aparato de aire acondicionado, pero todavía no han llegado a una conclusión sobre las causas del desastre.
Además de los diez muertos, el desastre dejó otros tres heridos que continúan hospitalizados y uno de los cuales, identificado como Jhonatan Cruz Ventura, de 15 años, se encuentra en estado grave, con quemaduras en casi el 40 % de su cuerpo y problemas respiratorios generados por la inhalación de humo durante el incendio.
Así como ocurrió en la víspera, el Ninho do Urubu aún era objeto este sábado de una suerte de peregrinación de hinchas del equipo más popular del que muchos consideran el “país del fútbol”, que dejaban flores, cartas o banderas en homenaje a los jóvenes fallecidos.
La tragedia desató una ola de solidaridad con el Flamengo, que ha recibido mensajes de pesar de todos los equipos de Brasil y de muchos de los más importantes clubes y jugadores del mundo.