Pese a la presión de la industria tabacalera, el gobierno de Joe Biden planea proponer la prohibición de cigarrillos mentolados en Estados Unidos, una medida por la que vienen trabajando desde hace años grupos de derechos civiles y antitabaco.
La información fue confirmada por un funcionario federal de la salud al diario norteamericano The New York Times.
Los estudios demuestran que los cigarrillos mentolados son más fáciles de convertir en adictos y más difíciles de dejar que los productos de tabaco normales. Según datos de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), cerca del 85% de los fumadores afroamericanos eligen marcas mentoladas, una tendencia que se ha mantenido en las últimas décadas.
El organismo gubernamental estima que en el país hay más de 19 millones de fumadores de cigarros mentolados. La gran mayoría son afroamericanos.
“Los cigarrillos mentolados son la causa número uno del tabaquismo juvenil en Estados Unidos”, manifestó Matthew L. Myers, presidente de “Campaign for Tobacco-Free Kids”, un movimiento que trabaja contra el tabaquismo en los adolescentes.
Myers sostuvo que eliminar los cigarrillos mentolados y los de sabores permitirá a largo plazo “reducir las enfermedades relacionadas con el tabaco”, y consideró que sería más efectiva que cualquier otra medida que haya tomado el Gobierno federal.
El mentol es una sustancia que se encuentra en las plantas de menta, y también puede sintetizarse en un laboratorio. Además de provocar una sensación de frescor, apacigua la densidad del humo, haciendo más tolerable el consumo del tabaco.
La Ley de Control del Tabaco de 2009 prohibió los aromas de dulces, frutas y especias en los cigarros por su potencial atractivo para los más jóvenes, pero no incluyó en esa prohibición al mentol.
El intenso activismo de grupos de la sociedad civil llevó a que la iniciativa logre cada vez mayor apoyo en el Congreso. De hecho, varios estados y municipios, como Massachusetts y California, han establecido sus propias prohibiciones del mentol. Muchas de ellas, no obstante, se encuentra en litigio ante el rechazo de la industria tabacalera.
Antes del próximo 29 de abril, la Administración de Alimentos y Medicamentos debe responder en los tribunales a una petición ciudadana de prohibir la venta de productos de tabaco mentolados, anunciando si pretende o no intentar imponer una ley en ese sentido. La orden fue realizada por un juez federal de distrito del norte de California.
Asimismo, el diario The Wall Street Journal reveló la semana pasada que la Casa Blanca también está considerando implementar una medida que obligue a las compañías de cigarros a ajustar los niveles de nicotina en sus productos a un nivel no adictivo o mínimamente adictivo.
La norma que abordaría la cantidad de nicotina tendría como objetivo que esta sustancia se redujera a niveles tan bajos que llevaría a que los cigarros dejen de ser adictivos, con el objetivo de promover que millones de adictos al tabaco dejen de fumar o se decanten por opciones menos dañinas como chicles de nicotina o cigarrillos electrónicos.
Sin embargo, pese a estos esfuerzos, la prensa local advirtió que estas medidas podrían tardar años en implementarse, ya que muy probablemente se enfrentarán a numerosas disputas legales.
El comisario de la FDA bajo la administración del ex presidente Donald Trump, Scott Gottlieb, también tenía la intención de tratar de implementar estas normas como parte de un proyecto de ley contra el tabaco que propuso en 2017, pero quedó olvidada cuando dejó su puesto en 2019.
Aunque la nicotina no es el causante directo de cáncer u otras enfermedades pulmonares, la FDA señala que crea una adicción al tabaco, un producto que está relacionado con la muerte de unas 480.000 personas al año en Estados Unidos.
La información revelada sobre la posibilidad de que se implementen estas medidas llevó a Altria Group, matriz de la marca Malboro, a caer en Wall Street más de un 6% el lunes de la semana pasada.
“Cualquier acción que tome la FDA debe basarse en la ciencia y la evidencia y debe considerar las consecuencias en el mundo real de tales acciones, incluido el crecimiento de un mercado ilícito y el impacto en cientos de miles de puestos de trabajo, desde la granja hasta las tiendas locales en todo el territorio del país”, dijo el portavoz de Altria, George Parman.
La presión para volver a impulsar esta prohibición creció durante la última campaña electoral, a medida que la pandemia de coronavirus y el movimiento Black Lives Matter exponían aún más las disparidades raciales en los sistemas médicos y de salud pública del país.
Según estadísticas sanitarias federales, aunque los fumadores afroamericanos fuman menos, mueren de ataques cardíacos, derrames cerebrales y otras causas relacionadas con el consumo de tabaco en mayor proporción que los fumadores blancos.
Con información de The New York Times, The Wall Street Journal y EFE
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