El Día Internacional del Trabajo, que cada año convoca masivas huelgas en Chile, se celebró este año de forma discreta con un evento virtual a causa de las cuarentenas que rigen los fines de semana en la mayor parte del país debido a la pandemia.
El reclamo de una renta de emergencia, la congelación de los precios y el aumento del sueldo mínimo, fueron algunos de los principales reclamos del encuentro más masivo de este sábado, convocado por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) de Chile, que se retransmitió a través de redes sociales.
“Este país se pondrá en pie gracias a la creación de empleo y a los salarios de la gente. Por mucho subsidio, si no hay gente con trabajo no se mueve la economía”, aseveró Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, junto a otros dirigentes sindicales.
El evento reunió a algunos cientos de personas en internet y no hubo convocatorias relevantes dada la situación de cuarentena que rige los fines de semana por la covid-19 en la mayor parte del país.
En la víspera, sí se celebró una huelga general, que comenzó siendo una convocatoria de los trabajadores sanitarios, pero que movilizó a más de 35.000 trabajadores de varios gremios en todo el país, según estimaciones de la CUT, dado que de lunes a viernes algunos barrios ya disfrutan de libre circulación, tras un mes de cuarentena total.
También se llevaron a cabo cacerolazos en algunos barrios periféricos de la capital y se instalaron contadas barricadas que se extinguieron antes del toque de queda, a las 21.00 horas.
Esta huelga se produjo después de varias semanas de tensión política por el acalorado debate en torno a un nuevo retiro anticipado de los fondos de pensiones para aliviar la crisis provocada por la covid-19.
Esta medida, que se promulgó esta semana pese al rechazo inicial del Gobierno, permitirá a los chilenos retirar un 10 % de sus cuentas de ahorros previsionales por tercera vez desde que comenzó la pandemia, y se suma a las ayudas anunciadas por el Ejecutivo por valor de más de 18.000 millones de dólares.
Chile atraviesa el peor momento de una segunda ola de covid-19 que obligó a imponer cuarentenas masivas y que está suponiendo el final de miles de negocios que habían logrado salvarse del encierro de 2020.
El año pasado, la pandemia provocó una caída del producto interno bruto (PIB) del 5,8 % y llevó al desempleo a alcanzar la cifra récord en julio del 13,1 %, una tasa que se había recuperado hacia final de año pero que en los últimos tres meses ha vuelto a subir hasta situarse en el 10,4 %.
El presidente del país, el conservador Sebastián Piñera, vive su último año de mandato con sus peores porcentajes de aprobación popular, apenas un 9 % según las encuestas, la marca más baja de su segundo Gobierno.
Fuente: EFE