Miles de adeptos al chavismo conmemoraron este miércoles en las calles los 30 años del estallido social conocido como “El Caracazo” con una concentración en la caraqueña favela de Petare (este), un acto que también sirvió para que reiteraran su respaldo al presidente Nicolás Maduro.
El considerado número dos del chavismo, Diosdado Cabello, ofreció el discurso principal ante la ausencia de Maduro, que recordó el hecho histórico en Twitter, sin hacer referencia a la concentración oficialista.
“El 27 de febrero, sí, ahí comenzó todo. Tres años después, nos alzamos nosotros en un cuartel con un gigante al frente”, dijo Cabello en alusión a la intentona golpista que lideró Hugo Chávez -presidente de Venezuela entre 1999 y 2013- el 4 de febrero de 1992.
El 27 de febrero de 1989 miles de venezolanos protestaron contra la incesante alza de precios y la pérdida de poder de los salarios, principalmente en Caracas y la ciudad satélite de Guarenas, a unos 30 kilómetros de la capital.
Las protestas degeneraron en violencia generalizada y saqueos, y como resultado, según cifras oficiales, más de 270 personas fallecieron.
Con todo, Cabello aseguró este miércoles que al menos 3.600 manifestantes murieron como consecuencia de los choques con las fuerzas de seguridad del Estado.
“Cuando llegaron a 3.600 (muertos) dejaron de contar, los recogían en las calles con máquinas de trabajo (pesado), los recogían y los metían en unos camiones”, aseveró.
Según el también jefe de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), entre los fallecidos de este día se contaban “niños atravesados (…) por balas de fusil”, así como miembros del movimiento rebelde que estaba gestando Chávez en el seno de las Fuerzas Armadas.
“¿Y dónde estaban los derechos humanos, quien se preocupó por eso en el mundo?”, preguntó antes de responder él mismo: “Nadie”.
En la concentración chavista de hoy también hubo muestras de apoyo a Maduro, que enfrenta horas bajas y una crisis de legitimidad que ha llevado a la oposición y a una parte de la comunidad internacional a aseverar que “usurpa” la Presidencia, en la que se instaló con votos en 2013.
Venezuela atraviesa un pico alto de tensión política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato cuya legitimidad no reconoce la oposición y, en respuesta, Guaidó se proclamó presidente encargado.
Guaidó hizo una prioridad de su “Gobierno interino” el ingreso de ayudas al país y ha señalado que, ante la negativa de Maduro a aceptar las ayudas, planteará formalmente a la comunidad internacional “tener abiertas todas las opciones” para cesar la “usurpación” que considera hace el líder chavista de la Presidencia.
En ese sentido, Cabello dijo este martes que el Gobierno venezolano no aceptará las ayudas y trasladó a la oposición toda la culpa por la violencia que se genere en un operativo para ingresarlas.