Sin sorpresas, ha habido confusión tras la orden del alcalde de Nueva York de exigir desde el martes que los clientes y empleados de ciertos establecimientos estén vacunados para poder acceder al local.
La medida, denominada “Key to NYC” (“Llave a NYC”), aplica a los restaurantes, bares, museos y cines y teatros, pero no a lugares como edificios de oficinas, centros comunitarios y para personas mayores, así como comedores al aire libre. El 13 de septiembre la ciudad comenzará a emitir multas: $1,000 dólares por la primera infracción y $2,000 por la segunda, a los establecimientos que no se aseguren de atender sólo a clientes vacunados para prevenir una nueva alza de contagios COVID-19, que en el estado NY se ha estimado en 1,000%.
Pero desde ya algunos dueños están tomando medidas legales para no cumplir la orden en sus establecimientos y presentaron una demanda judicial contra el alcalde Bill de Blasio, presentada en la Corte Suprema de Staten Island.
Las empresas argumentan que el mandato viola sus derechos constitucionales y se dirige injustamente a ciertos lugares, pero no a otros como iglesias, supermercados, escuelas, oficinas e instalaciones médicas. La demanda dice que el decreto es “arbitrario y caprichoso” por una serie de razones, incluido el hecho de que la variante COVID-19 Delta altamente contagiosa puede propagarse tanto entre personas vacunadas como las que no lo están, afirman los documentos judiciales.
“La decisión de recibir la vacuna debe recaer en última instancia en el individuo y su doctor, que conoce el historial médico completo de las personas, en lugar de un político”, dice la demanda, citada por New York Post.
Además, las órdenes de emergencia han estado en vigor durante casi dos años y, en lugar de ceder, “el alcalde implementó órdenes ejecutivas aún más arbitrarias, pisoteando más imprudentemente los derechos constitucionales”, agrega la demanda.
El mandato también amenaza los medios de vida de las personas, lo que hace “imposible que cualquiera que elija no vacunarse por cualquier motivo trabaje en las industrias designadas”, afirman los documentos judiciales. La demanda busca que un tribunal bloquee el mandato de la vacuna emitiendo una orden judicial preliminar.
En reacción, ayer el alcalde ratificó las razones detrás de la medida. “Sabemos que debemos vacunar a más personas”, dijo De Blasio. “Centrarse estratégicamente en las formas de vacunar a más personas, especialmente a los jóvenes, donde ha habido una brecha real, para que podamos detener la propagación de la variante Delta es una misión crítica”.
“Se trata de salud y seguridad públicas. Estamos absolutamente seguros de que ésta es la forma de lograr esos objetivos”, añadió el alcalde. “Hágalo de una manera inteligente, justa, basada en los datos y la ciencia”.
Al momento, los siguientes tipos de establecimientos deben solicitar un comprobante de vacunación para ingresar: restaurantes y bares en espacios cerrados, teatros, cines, salas de conciertos y música en vivo, museos, galerías, acuarios, zoológicos, estadios y arenas deportivas profesionales, centros de convenciones, salas de exposición, casinos y gimnasios.
En cambio, no es necesario en escuelas, sitios para comer y beber al aire libre, restaurante de comida rápida para llevar, edificios residenciales y de oficinas, iglesias, centros comunitarios y de ancianos, resumió New York Post.
En todo Nueva York, tanto para residente como turistas, la forma más práctica de mostrar el estatus es tomar una foto con el teléfono a la tarjeta de vacunación sin importa dónde se recibieron la o las dosis, o descargar de manera gratis el pasaporte “NYS Excelsior Pass”, para quienes se vacunaron dentro del estado. Así, no se corre el riesgo de que se dañe o extravíe el comprobante original.
El Diario NY