Ernesto Rodríguez.- La luna de miel del Gobierno de Luis Abinader con la oposición parece haber llegado a su fin, y el arranque de su segundo año de mandato trajo consigo férreos ataques contra sus políticas aplicadas en medio de una crisis sanitaria producto de la pandemia del Covid-19.
Abinader tuvo en su primer año al frente de las riendas del poder un camino prácticamente sin tropiezos, ni contratiempos con los partidos de oposición que estaban entretenidos en problemas y restructuraciones internas.
Pero todo ha cambiado en las últimas semanas, donde se han visto reacciones intensas en contra de su gestión.
Declaraciones del expresidente Leonel Fernández y el senador Bautista Rojas Gómez, dos importantes líderes de la Fuerza del Pueblo contra acciones del Gobierno han provocado diversas reacciones.
El partido de la Fuerza del Pueblo fue aliada al Partido Revolucionario Moderno y a una coalición de partidos con candidaturas comunes al Congreso Nacional y en menor medida a nivel municipal.
La más reciente crítica del expresidente Fernández fue el cuestionamiento que hizo al manejo que se ha dado al tema de los productos de la canasta básica, en especial el pollo, por su alto costo.
Mientras el senador por la provincia Hermanas Mirabal, Bautista Rojas Gómez, cuestionó recientemente el manejo dado por el Ministerio de Agricultura a la peste porcina africana, quien estima que las autoridades llevarían a los porcicultores a la quiebra.
Guillermo Moreno, presidente de Alianza País, también concurrió en alianza parcial con el PRM en las elecciones municipales y al Congreso. Afirmó que el país se ha convertido en “el campeón del endeudamiento público.
También criticó lo que a su entender ha sido un descuido del Gobierno con la diáspora dominicana, y pidió a las autoridades dar un mejor a los que viven fuera.
EL PLD EN MODO OPOSITOR
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) consideró que el presidente Luís Abinader encarna el “Gobierno del cambio en reversa” y que no pudo exhibir logros en su primer año de gestión.
Una comisión del Comité Político del PLD, encabezada por su secretario general Charlie Mariotti, criticó cada punto tocado por Abinader en su presentación de memorias.
Mariotti dijo que ante la imposibilidad de exhibir logros, el mandatario realizó un pliego de la propuesta, en lugar de exhibir realizaciones.
Otros dirigentes del principal partido opositor, como el exministro de Hacienda, Juan Ariel Jiménez, Francisco Domínguez Brito y el senador Yván Lorenzo han llevado la voz cantante del partido morado al momento de ejercer críticas sobre cualquier situación que afrente el país.
DESDE EL PRM
El dirigente del PRM, Ramón Alburquerque, se ha convertido en la piedra en el zapato del Gobierno de Abinader, quien ha criticado en diversas ocasiones las acciones de las autoridades de su propio partido.
Al momento de ejercer crítica, Alburquerque ha sido ácido contra sus compañeros de partido.
Aseguró que en la fijación de los precios de los combustibles no hay transparencia, una crítica directa al Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes.
En otra ocasión Alburquerque, vía Twitter, exigió igualdad para los funcionarios de arriba y los de abajo, y que el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarulla, sea tratado igual que la exministra de la Juventud, Kinsberly Taveras; el exadministrador del Instituto Agrario Dominicano (IAD), Leonardo Faña, y el exadministrador de la Lotería Nacional, Luis Maisichell Dicent.
Tras el nombramiento de Bartolomé Pujals, como director del Gabinete de Innovación, el expresidente del Senado calificó la designación como una “botella perfecta de alto nivel”.
La más reciente reacción de Alburquerque fue al discurso del jefe de Estado en el que expresó que al mandatario le faltó hablar sobre “reforma social”.
PRD TÍMIDO
En el caso del PRD, sus reacciones como opositor han sido tímidas, la más reciente vino de parte de la Secretaría Nacional de la Mujer que demandó del Gobierno suspender las cancelaciones masivas que se han estado produciendo en el sector agropecuario.
Expertos consideran que el tramo más fuerte del Gobierno apenas comienza, donde sus opositores estarán velando el más mínimo error que arremeter en su contra.
