Un grupo de investigadores británicos advierte que alrededor del 90 % de las reservas mundiales de carbón no podrán extraerse si la humanidad pretende cumplir con el Acuerdo de París y evitar que la temperatura media global aumente 1,5 grados Celsius para 2050, así lo sostienen en un estudio publicado este 8 de septiembre.
De acuerdo con las estimaciones, también son preocupantes otros combustibles fósiles, como el petróleo y el gas metano. A nivel mundial, es necesario detener el 60 % de las extracciones de estos recursos.
Sin embargo, estas limitaciones supondrían un duro golpe para la economía de varias naciones. Países como Indonesia y Australia, los principales exportadores de carbón del mundo, tendrían que abandonar aproximadamente el 95 % de sus reservas de carbón, Estados Unidos recortaría las extracciones en un 97 % y las naciones del Medio Oriente se verían obligadas a dejar intactas todas sus reservas.
Por otro lado, el consumo de petróleo eventualmente estará dominado por la producción de materias primas no combustibles, como el plástico y, por lo tanto, los investigadores llaman a que se lleven a cabo acciones para reducir la demanda de este tipo de productos.
Incluso si los países logran cumplir con estas cifras, los científicos advierten que eso solo le daría a la humanidad un 50 % de posibilidades de que el aumento de la temperatura se mantenga por debajo de los 1,5 grados Celsius.
“El panorama sombrío que muestran nuestros escenarios para la industria mundial de combustibles fósiles es muy probablemente una subestimación de lo que se requiere y, como resultado, la producción debería reducirse aún más rápido”, se señala en el estudio.
Aun así, los investigadores consideran que la reciente desaceleración en la demanda de petróleo y gas metano fósil debido al covid-19 “brinda un momento oportuno para que los gobiernos cambien de estrategia”, y concluyen que “para garantizar una mayor certeza de estabilización de la temperatura, es necesario que permanezca más carbono en el suelo” y que “los gobiernos que históricamente se han beneficiado (de los combustibles fósiles) deben tomar la iniciativa”, cambiando a las energías renovables y promoviendo este cambio en el resto del mundo.
El estudio fue publicado por la revista Nature.