Zoe Parsons, de 44 años conoció al jamaiquino Edson Peart, de 39, unos 10 años antes de casarse cuando fue a visitar a su hermana en la isla en el 2009.
Pero, pocas semanas después de la boda, en mayo de 2010, y de haberse mudado a Inglaterra, comenzó el infierno.
Peart comenzó a tornarse violento cuando la mujer se negaba a tener sexo con él.
Cuando la víctima rechazaba el acercamiento de Peart, éste sentenciaba que ella le pertenecía y la obligaba.
En 2015, la inglesa decidió abandonar al hombre. Pero el extranjero la encontró y le dio un cabezazo.
En el 2017, el hombre fue encarcelado por daño corporal. Posteriormente, los fiscales lograron presentar la evidencia requerida para la convicción por violación sexual.
Mientras aún no estaban casados, todo era “miel sobre hojuelas”, según dijo al Daily Mail. Sin embargo, bastaron unos ocho meses para que el hombre mostrara su verdadero rostro.
“El se volvió obsesivo y paranoico, y me acusaba de serle infiel. Luego descrubrí que estaba embarazada”, relató la británica.
“Yo esperaba que esto nos uniera, pero luego que Gemma (nombre ficticio) ahora con 7, nació, yo tenía que hacer todo por ella”, explicó.
“Luego él me violó. Después, yo estaba tan conmocionada para poder decirle a alguien lo que pasó”, agregó.
La mujer contó otro evento de agresión sexual en el que el hombre llegó borracho a eso de las 2 a.m. y le exigió que tuviera relaciones con él. Cuando se resistió, el atacante la sujetó y me mordió la oreja.
La madre recuerda cómo la sangre corrió por su cuello mientras le pedía a su pareja que la soltara. Pero, el agresor no lo hizo.
La inglesa espera que la divulgación de su caso ayude a crear consciencia sobre el derecho de las féminas sobre sus cuerpos y el reconocimiento de que nadie puede obligar a otra persona a tener sexo; no importa que sea esposo o esposa.