La colonización de las islas Azores empezó unos 700 años antes de que llegaran las portugueses en el siglo XV y sus primeros habitantes procedieron del norte de Europa, según ha comprobado un equipo internacional de investigadores.
El estudio, en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), reconstruye cuándo, cómo y bajo qué condiciones climáticas se habitaron las Azores por primera vez y el impacto que tuvieron estos primeros asentamientos humanos sobre los ecosistemas, a partir del análisis y la datación de los sedimentos extraídos de diferentes lagos de las islas.
Los autores del estudio, que publican hoy sus conclusiones en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos) sugieren que los primeros colonizadores procedían del norte de Europa y que habrían aprovechado unas condiciones climáticas favorables para navegar hasta estas islas volcánicas, situadas a unos 1.450 kilómetros de las costas europeas.
Hasta ahora, según ha informado el CSIC en una nota difundida hoy, existía el consenso de que las Azores estuvieron deshabitadas hasta la llegada de los portugueses.
Según las fuentes históricas, estos llegaron a la isla de Santa María en 1427 y a la isla de Corvo y Flores en 1452, buscando nuevas rutas hacia las Indias, pero el trabajo publicado ahora sitúa la llegada de los primeros pobladores a la isla al final de la Alta Edad Media, entre el año 700 y el 850.
Según Santiago Giralt, investigador del centro Geociencias de Barcelona (noreste) (GEO3BCN-CSIC) y uno de los autores del artículo, “el trabajo pone de manifiesto que, aún teniendo una abundante información histórica disponible que permite tener una idea muy precisa de lo que ocurrió en el pasado, es necesario fomentar el trabajo interdisciplinar entre las Humanidades y las Ciencias Naturales, para saber realmente cuál ha sido nuestra historia”.
Los investigadores dataron y analizaron mediante técnicas geológicas, químicas, físicas y biológicas cinco testigos de sedimentos recuperados del fondo de los lagos de las islas de San Miguel, Pico, Terceira, Flores y Corvo.
Detectaron en los sedimentos la presencia de esteroles, que son una fracción de la materia orgánica muy abundantes en las heces de los mamíferos, y de hongos coprófilos, que interpretaron como indicadores de actividad humana, ha informado el CSIC.
“Los intestinos de los mamíferos producen en abundancia esteroles fecales y estanoles que se preservan bien en los sedimentos lacustres, y son un indicador único e inequívoco de la presencia de grandes mamíferos en determinados periodos del pasado“, ha explicado Timothy Shanahang, científico de la Universidad de Texas (Estados Unidos) y coautor del trabajo.
Además, los compuestos producidos por los intestinos humanos (que son ricos en coprostanol) y los del ganado (abundantes en estigmastanol) son diferentes, por lo que los investigadores han podido distinguir entre ellos.
“Debido a su posición geográfica, en el centro del océano Atlántico, las islas Azores no estaban pobladas por grandes mamíferos”, ha explicado Giralt, y ha asegurado que “la aparición de coprostanol en los sedimentos puede atribuirse a la presencia de humanos y la del estigmastanol a rumiantes, como vacas, cabras u ovejas”.
Los investigadores también han determinado el impacto de las primeras ocupaciones humanas sobre los ecosistemas de las islas a partir del estudio del polen, fragmentos fósiles de plantas y partículas de carbón presentes en los sedimentos.
“Tal y como demostramos en este trabajo, la ocupación humana inicial de las islas conllevó una alteración ecológica y ambiental profunda. Aunque las fuentes históricas describen las Azores como densamente boscosas y prístinas, el trabajo pone de manifiesto la dificultad de basarse solo en el registro histórico para identificar determinados estados de alteración de los ecosistemas y el paisaje”, ha explicado Pedro Raposeiro, investigador de la Universidad de las Azores y primer autor del artículo.
Los autores del trabajo realizaron diferentes simulaciones para determinar las condiciones climáticas bajo las cuales se produjo la colonización inicial del archipiélago.
Según esas simulaciones, junto con otros estudios arqueológicos y genéticos previos, los autores del trabajo sugieren que los primeros habitantes fueron miembros de los pueblos nórdicos europeos del noreste de Europa, que encontraron durante el final de la Alta Edad Media unas condiciones climáticas favorables para navegar hacia las Azores, debido a la prevalencia de vientos de componente noreste y unos vientos del oeste debilitados.
En el trabajo han participado numerosos centros de investigación españoles, así como instituciones científicas y universidades de Estados Unidos, Portugal, Países Bajos, Suiza y Australia.
EFE