Por Mía Espinosa.- Dos décadas después de aquel fatídico lunes 12 de noviembre del 2001, se recuerda uno de los peores accidentes aéreos ocurrido es Estados Unidos.
El Vuelo 587 de American Airlines, despegó del aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York con destino al Aeropuerto Internacional Las Américas en República Dominicana.
A tan solo 60 segundos del inicio del vuelo, siendo las 9:15 de la mañana, la aeronave se estrelló en el área de Queens dejando 260 personas fallecidas, de los que 176 eran dominicanos.
Además de los ocupantes del avión, fue informado que murieron unas cinco personas más, quienes eran residentes del vecindario Belle Harbor y se encontraban en tierra.
El aparato era un Airbus A300B4-605R, con 13 años de servicio que nunca había presentado problemas ni estado envuelto en ningún accidente.
De acuerdo a los reportes investigativos, la razón de esta tragedia fue la turbulencia, pues unos minutos antes del despegue, había salido del mismo aeropuerto un Boeing 747 de Japan Airlines y le fue advertido al copiloto que sufrirían “turbulencias de estela” debido a que el avión japonés se encontraba a tan solo 8 kilómetros de distancia.
El vuelo 587 tomo altura a las 9 y cuarto y efectivamente se enfrentó a la turbulencia dejada por el Boeing, el copiloto puso en práctica las maniobras de lugar, sin embargo, en un momento se escuchó un estallido, el empenaje vertical de la cola, (conjunto de estabilizadores), explotó y se desprendió, provocando el descontrol de la aeronave.
Tras esto, el avión se colisionó en el residencial Belle Harbor, destruyendo varias viviendas, a pesar de los esfuerzos de los bomberos y equipos médicos, ningunos de los ocupantes del vuelo sobrevivió.
Esta catástrofe, ocurrió a tan solo dos meses de atentado contra las Torres Gemelas, el 11 de septiembre del 2001, por lo que muchos consideraron que se trataba de otro crimen violento, sin embargo, tres años después, en 2004, se comprobó la razón de los hechos.