Lo cierto es que vas a morir. Todos lo haremos. Esto es porque, a diferencia de la tos ferina o de la faringitis estreptocócica, la muerte no tiene cura. Pero gracias a los últimos avances médicos estamos mucho más cerca que nunca de encontrar una. De hecho, algunos expertos predicen que podremos vivir hasta un 20% más en los próximos 100 años. Eso significa que los niños de ahora podrán vivir hasta los 145 años. ¿Y qué pasa con la inmortalidad? Bueno, incluso eso es ahora discutible.
La historia está llena de inusuales intentos de desafiar a la muerte. En 1920, por ejemplo, un científico ruso pensó que podría prolongar la vida humana cosiendo un trozo de testículo de mono a un humano, y el experimento caló entre la gente. Al menos 300 personas se sometieron al procedimiento. Ouch.
Si avanzamos rápido hasta hoy, y vemos que los avances en cuanto a longevidad son mucho más… científicos. Los nuevos medicamentos como la rapamicina, por ejemplo, pueden aumentar la esperanza de vida de los ratones hasta en un 30%. La rapamicina actúa ralentizando el crecimiento de ciertas células que contribuyen al envejecimiento. Los expertos producen que probablemente tendría un efecto similar en los seres humanos, añadiendo hasta 15 años a nuestra esperanza de vida actual. Pero incluso, si las sustancias como la rapamicina funcionan, no hay forma de asegurarte de que tu corazón no se pare de repente antes de ese momento. O tal vez sea tu hígado. Bueno, hay una solución para eso también. Solo imprime uno nuevo. En 2013, unos científicos llenaron todos los titulares cuando imprimieron en 3D el primer riñón funcional. Y ya en 2018, la tecnología había avanzado hasta el punto en que ya se estaban imprimiendo córneas humanas con una tinta hecha de células madre.
A este ritmo, la tecnología pronto podría aumentar la esperanza de vida media mundial de 72 a 86 años, y la edad máxima posible alrededor de los 145 años. Claro, eso es impresionante. Pero, ¿y si lo que quieres es vivir para siempre? Eso es exactamente lo que proyectos como la ‘Iniciativa 2045’ están tratando de lograr. Para 2045, su objetivo es crear cuerpos humanos tan extraordinario que, en teoría, podrían durar para siempre.
Pero su objetivo depende de algo que es casi imposible de adquirir: un mapa del cerebro humano. Hasta ahora, los científicos solo han mapeado el cerebro de un gusano, que tiene alrededor de 86 mil millones menos de neurona que el nuestro. Y así, podríamos tomarnos generaciones, no décadas, para transferir la psique humana a un robot. Pero empresas como KrioRus apuestan a que ese día llegará. Ofrecen congelar tu cuerpo después de morir por 36.000 dólares. Y por la mitad del precio, sólo tu cabeza. La idea es que, un día en el futuro tu cerebro pueda ser descongelado y transferido a un avatar, donde vivirás para siempre. Y si ese día llegara, sólo te queda una pregunta: ¿Realmente querrías hacerlo?