Santo Domingo.– El Gobierno presentó este miércoles, en un debate en el marco del Consejo Económico y Social (CES), su propuesta de reforma a la Constitución.
La principal propuesta se refiere al cambio en el sistema de elección del procurador general de la República, que ahora es designado por el presidente de la nación.
La propuesta contempla que el procurador, que pasaría a llamarse fiscal general de la República, sea nombrado por un período de seis años, conforme al mecanismo que se establezca en una futura ley.
Del mismo modo, se introduciría una modificación en la Constitución para que el fiscal pueda ser interpelado por la Cámara de Diputados y el Senado para rendir cuentas, según explicó el consejero jurídico del Poder Ejecutivo, Antoliano Peralta.
En relación a las funciones del fiscal general, se le retiraría la potestad de formular e implementar la política contra la criminalidad y también se le quitaría la administración del sistema penitenciario.
El Ejecutivo también propuso la unificación de las elecciones municipales, presidenciales y legislativas, así como la eliminación del arrastre.
Estas modificaciones no se aplicarían en 2024, sino a partir de los comicios previstos para 2028, según explicó Peralta, indicando que, de esta forma, se evita que ningún actual cargo se pueda beneficiar de la eventual reforma.
Otro punto amplía la prerrogativa de proponer leyes a todos los organismos constitucionales, de modo que el Tribunal Constitucional o el Tribunal Superior Electoral tendrían la facultad de proponer leyes en temas que les conciernen.
Asimismo, se reduciría el mínimo de firmas necesarias para proponer una ley de iniciativa popular, pasando del actual requisito de 200,000 firmas, a 25,000.
Entre otras reformas, se propuso “robustecer” los sistemas de controles de los fondos públicos, mediante la introducción de nuevos controles y mecanismos de transparencia en la Cámara de Cuentas y en la Contraloría General de la República.
Antes de comenzar el debate en el CES, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y Fuerza del Pueblo (FP) expresaron su rechazo a una eventual reforma a la Constitución.
Los integrantes de la FP incluso se levantaron de la mesa, pidiendo que se excluya a este partido de cualquier sesión de debate en la que se trate de la reforma constitucional.
Ambas formaciones opositoras consideraron que la reforma es “inoportuna”, al entender que el Gobierno debe concentrarse en resolver problemas esenciales que aquejan a la población, tales como la inflación, la inseguridad y el “deterioro de los servicios públicos”.
EFE