Los Ángeles, EE.UU.- Ni LeBron James ni Anthony Davis pueden rescatar a estos Lakers en ruinas. Los dos regresaron este viernes de sus lesiones apurando los plazos, pero los New Orleans Pelicans lograron una victoria muy valiosa y dejaron a los angelinos lejos del ‘play-in’ y heridos de muerte (111-114).
LeBron, que fue duda hasta el comienzo del partido tras perderse dos encuentros, sumó 38 puntos (21 en el tercer cuarto), 8 rebotes y 4 asistencias, pero falló el triple sobre la bocina para forzar la prórroga.
También volvió Davis, ausente desde mediados de febrero y que sumó 23 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias.
Pero ni con sus estrellas al frente pudieron los Lakers ganar este partido crucial, lo que les sitúa undécimos del Oeste (31-46) por detrás de los San Antonio Spurs (32-45, décimos) y los propios Pelicans (34-43, novenos).
CJ McCollum (32 puntos y 7 rebotes), Brandon Ingram (29 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias) y Jonas Valanciunas (17 puntos, 12 rebotes y 6 asistencias) encabezaron a unos sólidos Pelicans que dieron un paso de gigante para asegurarse el play-in.
Los Lakers, con la baja de última de hora de Carmelo Anthony, tienen solo cinco partidos por delante para evitar una debacle monumental y jugarán contra Denver Nuggets (en dos ocasiones), Phoenix Suns, Golden State Warriors y Oklahoma City Thunder.
LEBRON Y DAVIS RESPONDEN
Las cosas no arrancaron mal para los Lakers: Anthony Davis se dejaba notar en la pintura y LeBron James marcaba el ritmo al contraataque.
Sin embargo, CJ McCollum entró muy rápido en combustión y metió 11 puntos en poco más de seis minutos para los Pelicans (14-17 con 5.27 por jugarse).
LeBron parecía encontrarse cómodo y anotaba con facilidad, pero la defensa de los Lakers se caía a trozos y unos serios Pelicans cerraron el primer parcial por delante (25-30).
Los angelinos habían sufrido además con 6 pérdidas de balón en el primer cuarto y tampoco aprovecharon los pobres minutos del banquillo de los visitantes para estrechar el encuentro en el segundo parcial (33-38 con 8.19 para el descanso).
Crecieron con el paso al frente que dio Davis, con la constancia de LeBron y con una evidente mejoría en defensa, tres factores que les permitieron irse al vestuario con todo por decidir (50-50).
PREMIO PARA LA RESISTENCIA VISITANTE
En la reanudación, LeBron se echó el equipo a la espalda, tanto que acabó tirándose hasta la segunda fila del estadio cuando intentaba salvar un balón suelto.
La entrega sin límite de LeBron, junto a las aportaciones cada vez más recurrentes de Davis, eran el sostén de los Lakers ante unos Pelicans en los que Brandon Ingram, demasiado silencioso en la primera mitad, despertó para amenazar a su exequipo (70-69 con 6.10 en el reloj).
Aun así, el protagonista absoluto del tercer cuarto fue LeBron, magnífico con 21 puntos encadenando penetraciones impresionantes con triples fabulosos.
Pero quizá un buen resumen de la espantosa temporada de los Lakers fue que, pese al enorme tercer parcial de LeBron, los angelinos no lograron dispararse en el marcador por sus constantes errores tanto en ataque como en defensa (87-86).
Russell Westbrook había tenido un partido flojísimo hasta entonces, pero de repente se reivindicó con 8 puntos seguidos que le dieron mucha vida a su equipo (98-92 a falta de 8.17).
Frente a ello, los Pelicans exhibieron una enorme resistencia y Jonas Valanciunas sacó pecho en el momento más oportuno para nutrirse de la ansiedad de los Lakers (108-112 con 1.57 por jugarse).
Un triple de Avery Bradley colocó a los locales a solo un punto, pero una desafortunada falta sobre McCollum, uno de los mejores tiradores de los Pelicans, y el triple a la desesperada que falló LeBron condenaron a estos Lakers muy cerca ya del precipicio.
