Los restos del Titanic corren el riesgo de desaparecer para siempre tras pasar 110 años a unos cuatro kilómetros bajo las aguas del océano Atlántico. Como resultado de una serie de expediciones, varios expertos han coincidido en que la estructura de la embarcación está extremadamente corroída.
Algunas fuentes mencionan el año 2030 como el del fin irreversible del transatlántico británico, hundido en la noche del 14 al 15 de abril de 1912, unos días después de iniciar su viaje inaugural de Southampton (Reino Unido) a Nueva York (EE.UU.).
La descomposición natural está acelerada por la reducción del número de peces que antes se alimentaban de la materia orgánica concentrada actualmente en torno al buque y, además, por la presencia de una bacteria que desgasta la estructura del Titanic, recoge TN.
En 1991, científicos de la Universidad canadiense de Dalhoise, recogieron muestras de la herrumbre formada sobre las partes de acero del barco hundido y, al hacer ciertas pruebas, detectaron la actividad de una bacteria, por aquel entonces desconocida para la ciencia. Casi dos décadas más tarde, los investigadores volvieron a estudiar el microorganismo y lo bautizaron ‘Halomonas titanicae’, en honor a la embarcación.
“Al revisar fotos de 1986, se observó un progresivo deterioro en la proa, y la infraestructura está colapsando”, afirmó el año pasado el buzo David Bright que formaba parte del equipo científico a bordo de la nave de investigación rusa Akadémik Mstislav Kéldysh.
En agosto de 2021, la compañía de exploración privada OceanGate Expeditions, con sede en Washington, advirtió que los restos del Titanic “se están deteriorando rápidamente”.
Su presidente, Stockton Rush, recalcó que “el océano se está apoderando” de lo que queda del mayor transatlántico del mundo y que era crucial “documentarlo antes de que todo desaparezca o se vuelva irreconocible”. Por eso, la empresa prometió llevar a cabo expediciones todos los años para dejar registrada la inevitable desaparición del mítico barco.
RT