El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) debatió este miércoles la toma de la sede del sistema interamericano en Managua, confiscada este martes por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Hasta el momento, no se ha tomado ninguna medida al respecto ni se ha votado alguna resolución. Lo que sí quedó en evidencia es el escaso apoyo del régimen incluso entre antiguos aliados.
«El derecho no debe ser entendido jamás como algo flexible, sometido a otras situaciones. El derecho es único, nos da certeza y nos permite actuar correctamente otorgando derechos para unos y obligaciones para otros. En este caso se ha violado el derecho internacional. Nosotros rechazamos cualquier violación del derecho internacional, más si pone en riesgo la vida de las personas», aseguró el embajador Hector Arce Zaconeta, representante de Bolivia.
En las denuncias también se sumaron las voces de los representantes de México y Argentina, quienes hasta hace poco mantenían un discurso ambiguo acerca de la situación de Nicaragua, y en varias ocasiones se les acusó de apoyar al régimen dentro del organismo. «Observamos con preocupación la posible tendencia de interpretar aleatoriamente los principios fundamentales del derecho internacional lo que erosiona y debilita al sistema interamericano», agregó Luz Elena Baños, representante de México.
Luis Almagro, secretario general de la OEA, aseguró que el régimen nicaragüense entró ilegalmente a la sede del edificio que el organismo arrendaba en el país, ni siquiera eran los dueños. «Nada puede justificar un desconocimiento de las inmunidades y privilegios que gozan las instalaciones, los bienes, los archivos de una organización internacional», agregó Almagro.
Apertura de un museo
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció que la sede diplomática pasó a ser un bien de utilidad pública, que será gestionado por el Instituto de Cultura. Este miércoles fue publicado en La Gaceta, el diario oficial del país, el traspaso del bien inmueble para la construcción de un «museo de la infamia».
«La Procuraduría General de la República informa que el bien inmueble que ocupaba las oficinas de la deplorable OEA, la despreciable OEA, ha sido objeto de declaratoria de utilidad pública y pasará al Estado de Nicaragua», aseguró la mandataria el pasado martes.
Las instalaciones fueron tomadas este domingo por un contingente policial y tras la lectura de una nota leída por el canciller Denis Moncada, que tachó al organismo de ser «infame» y «diabólico», muy acorde a los calificativos que utiliza Murillo.