EGEHID apoyará al Ministerio de Medio Ambiente en la recuperación de la cuenca y del río Nizao

El administrador general de la Empresa de Generación Hidroeléctrica Dominicana (Egehid), ingeniero Rafael Salazar, manifestó su compromiso de respaldar las acciones encaminadas por el Ministerio de Medio Ambiente en procura de restaurar el río Nizao, afectado por la extracción indiscriminada de agregados.

Al ser juramentado como miembro del Consejo de Cuenca Nizao-Valdesia, Salazar abogó para que haya un régimen de consecuencias más severo contra quienes depredan los recursos naturales.

En dicha cuenca la Egehid opera los complejos hidroeléctricos Valdesia, Jigüey, Aguacate y Las Barías, con aporte importante al Sistema Energético Nacional y por tanto al desarrollo de todo el país.

“El que atenta contra el medioambiente, sino tiene consecuencias, está recibiendo una licencia para seguir atentando”, dijo Salazar tras lo cual indicó que la de cuidar el agua es una tarea clave que debe ser asumida por todos.

Asimismo, pidió a las autoridades locales involucradas en el proyecto, hacer conciencia del papel que les corresponde asumir con el cuidado del medioambiente.

“Sé que desde las alcaldías muchas veces se atenta contra las cuencas, se hacen cosas sin planificación, se ponen vertederos cerca, se permiten extracciones sin ninguna regulación, porque las autoridades a veces somos los primeros que no ayudamos en este tipo de cosas”, reflexionó.

Durante la actividad, el ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera, anunció una inversión de RD$1,000 millones en la recuperación de ocho cuencas hidrográficas prioritarias, siendo la de Nizao-Valdesia la primera en ser intervenida.

De acuerdo con lo explicado por las autoridades medioambientales, en la cuenca baja del Nizao se hará un proceso de restauración ecológica y del cauce normal del río, para evitar que eventuales fenómenos atmosféricos provoquen daños a las comunidades.

En una primera etapa se restaurarán unos 16 kilómetros, desde el contraembalse Las Barías hasta la desembocadura del río en el mar Caribe.

“Teníamos una obligación moral de iniciar este proceso en la cuenca del río Nizao, porque es sumamente generoso, pero tiene un proceso que no podemos seguir indiferentes como al que no le importan las cosas”, sostuvo Mera.