Un equipo internacional de antropólogos ha secuenciado por primera vez el genoma completo de los antiguos pobladores de Uruguay, proporcionando una instantánea genética de las poblaciones indígenas de la región antes de que fueran diezmadas por una serie de campañas militares europeas.
La investigación, dirigida por científicos de la Universidad Emory (EE.UU.) y de la Universidad de la República (Uruguay), reveló que los indígenas del antiguo Uruguay exhiben una ascendencia que no había sido detectada previamente en América del Sur. “Esto contribuye a la idea de que Sudamérica era un lugar en el que existía una diversidad multirregional, en lugar de la idea monolítica de una única raza nativa americana en toda América del Norte y del Sur”, declaró la semana pasada en un comunicado John Lindo, coautor del estudio, publicado recientemente en la revista PNAS Nexus.
Los análisis se basaron en dos muestras de ADN recogidas en un yacimiento arqueológico en Rocha, en el este del país latinoamericano: una de un hombre que data de hace 800 años y otra de una mujer que se remonta a 1.500 años, ambas muy anteriores a la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.
Vínculos inesperados
Los resultados mostraron una sorprendente conexión con antiguos habitantes de Panamá –el puente terrestre que conecta América del Norte y del Sur– y con los del este de Brasil, pero no con los amazónicos modernos. De este modo, esos hallazgos apoyan la teoría propuesta por algunos arqueólogos de que hubo migraciones separadas en Sudamérica, incluyendo una que dio como resultado a las poblaciones amazónicas y otra de la que salieron las poblaciones de la costa oriental, explicó el equipo.
“A través de estas primeras secuencias del genoma completo de los indígenas de la región antes de la llegada de los europeos, pudimos reconstruir al menos una pequeña parte de su prehistoria genética”, señaló Lindo. Según los científicos, los uruguayos actuales podrían vincularse genéticamente con las poblaciones que existían en la región antes de la llegada de los colonizadores europeos.
Ahora, el equipo espera utilizar técnicas avanzadas de secuenciación de ADN para crear, en colaboración con las comunidades indígenas y arqueólogos locales, un portal gratuito en línea con un número cada vez mayor de referencias de ADN antiguo de las Américas, para ayudar a las personas a explorar y comprender mejor su ascendencia.
Las pruebas arqueológicas de los asentamientos humanos en la zona que hoy se conoce como Uruguay, situada en la costa atlántica al sur de Brasil, se remontan a más de 10.000 años. Los colonizadores europeos establecieron un primer contacto con los pueblos indígenas de la región a principios del siglo XVI. Durante el siglo XIX, se lanzó una serie de campañas militares para exterminar a los pueblos nativos, que culminaron en lo que se conoce como la Matanza del Salsipuedes, en 1831, cuyo objetivo fue un grupo étnico llamado charrúa. En aquella época, el término charrúa se aplicaba de forma amplia a los restos de varios grupos de cazadores-recolectores en el territorio de Uruguay, explicaron los investigadores