Lisboa, 18 jul (EFE).- Portugal redujo hoy su nivel de respuesta a los incendios a “estado de alerta”, tras una semana en el nivel superior de “estado de contingencia”, y amaneció con cuatro frentes activos que están en proceso de extinción y que han movilizado a unos mil efectivos en el norte y centro del país.
Los focos que más preocupan ahora a Protección Civil están localizados en las proximidades de Fundao, en Castelo Branco (centro), Bustelo (Chaves, norte) y Baião, en el distrito de Oporto.
El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) mantiene unos 80 municipios del interior -en el norte y centro- con riesgo máximo de incendios.
Portugal estrenó esta medianoche el estado de alerta después de una semana de contingencia que obligó a suspender las actividades en áreas forestales ante picos de temperatura que alcanzaron los 47 grados en algunas zonas del interior y una ola de fuegos que acabó con miles de hectáreas y dejó una víctima mortal, un piloto que trabajaba en la extinción.
“El momento exige la situación de alerta, podemos bajar un nivel de exigencia en la movilización de recursos y recomponer los medios disponibles dadas las condiciones más favorables”, dijo el domingo el ministro de Administración Interna, José Luis Carneiro.
El Gobierno revisará el martes la situación ante la previsión de un nuevo aumento de temperaturas.
En las próximas horas se esperan los resultados de la investigación del accidente que en la noche del viernes costó la vida al comandante André Serra, de 38 años, que pilotaba el avión anfibio de combate contra incendios que se precipitó en una zona rural tras abastecerse de agua en el río Duero.
Las investigaciones atribuyen a un accidente la muerte de una mujer que pereció en un pequeño fuego en un huerto de maíz y descartan su relación con los incendios que castigaron el país la pasada semana.
En los últimos diez días, el fuego forzó la evacuación de unas 940 personas -que han regresado ya a sus viviendas- y dejó cuatro heridos graves y 97 leves.
Las llamas han devorado 41.000 hectáreas en el país desde enero frente a las 28.000 contabilizadas en conjunto durante todo 2021.