Los doctores que atienden a la reina Isabel II se mostraron este jueves “preocupados” por su estado de salud y han recomendado que quede bajo supervisión médica.
Ya el martes, cuando recibió a Liz Truss, la nueva primera ministra británica tras la salida de Boris Johnson, se la pudo ver con un aspecto más deteriorado: mucho más delgada y encorvada.
Aunque lo que realmente hizo saltar las alarmas en el Reino Unido fue el color de su mano, de un tono oscuro amoratado, como se puede ver en la fotografía que acompaña esta información.
Un comunicado del Palacio de Buckingham informó que la monarca, pese a todo, se encuentra “cómoda” en Balmoral.
Fuente: 20m