El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y su homólogo israelí, Isaac Herzog, dialogaron hoy y acordaron trabajar juntos para “reestablecer la tranquilidad y la seguridad” en la región, tras un repunte de tensión en las últimas semanas.
“En su conversación, el presidente Herzog subrayó la necesidad de mantener y promover las relaciones de vecindad entre sus naciones y la importancia de las actividades conjuntas para garantizar la calma y detener la violencia y las fuerzas extremistas”, señaló un comunicado de la oficina del presidente israelí.
Tanto la oficina de Herzog como la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, confirmaron que el diálogo telefónico de hoy entre ambos fui iniciado por Abás, con el fin de saludar a Herzog en ocasión del año nuevo judío.
El portavoz de Herzog destacó además que “ambos líderes expresaron su esperanza de que en el próximo año mejore la cooperación civil y de seguridad (entre Israel y la ANP) y se restablezca la tranquilidad y la seguridad”.
Estas declaraciones reafirman la cooperación entre ambos en un momento de inestabilidad, tras una serie de ataques de palestinos contra objetivos militares o colonos israelíes durante las últimas semanas. El principal foco de violencia es el norte de Cisjordania ocupada, sobre todo las ciudades de Yenín y Nablus, en las que Israel considera que las fuerzas de seguridad de la ANP están perdiendo el control ante grupos armados palestinos locales.
Estas dos ciudades han sido además el escenario más frecuente de las incesantes redadas del Ejército israelí en territorio cisjordano en los últimos seis meses, desencadenadas por una serie de ataques cometidos por palestinos o árabes-israelíes en los que murieron 18 personas. Estas redadas, y los enfrentamientos con milicianos locales que suelen producirse como resultado, han dejado ya casi un centenar de palestinos muertos, sumadas a más de 2.000 arrestos.
Por otra parte, durante la última semana se registraron fuertes e inusuales incidentes entre jóvenes manifestantes palestinos -algunos armados- y las fuerzas de seguridad de la ANP, tras el arresto de un miliciano en Nablus.
EFE