El primer ministro australiano, Anthony Albanese, visitó este domingo algunas áreas afectadas por las inundaciones, en las que al menos una persona ha muerto, y anunció ayuda financiera para los damnificados.
“En tiempos de crisis, los australianos quieren que todos los niveles del Gobierno trabajen juntos, y eso es lo que hemos estado haciendo”, indicó en Twitter Albanese, que se desplazó a las zonas anegadas en el estado de Victoria, en el sureste.
Albanese, acompañado por el jefe del Gobierno de Victoria, Daniel Andrews, sobrevoló en helicóptero algunas áreas afectadas y también el centro de emergencias.
Las autoridades anunciaron el sábado que una persona de 71 año falleció a causa de las riadas en Rochester, una localidad al norte de Melbourne.
“Hay ayuda financiera disponible para 44 áreas locales afectadas por las inundaciones en NGS (Nueva Gales del Sur), Victoria y Tasmania”, aseveró el mandatario australiano.
Según un comunicado del Gobierno, las ayudas consisten en 1.000 dólares australianos (unos 619 dólares o 637 euros) por cada adulto y 400 dólares australianos (247 dólares o 255 euros) por cada menor, al tiempo que han habilitado centros de evacuación y desplegado a soldados.
En los últimos días, las lluvias torrenciales, aunadas a los fuertes vientos, han inundado varias carreteras, derribado árboles y dejado a miles de viviendas sin electricidad.
El poderoso temporal afecta a los estados de Victoria, Nueva Gales del Sur y Tasmania, en donde las autoridades han emitido alertas ante el peligro de los desbordes de los ríos y lagos y han ordenado evacuaciones localizadas.
La costa este de Australia, que sufre el impacto por tercer año consecutivo del fenómeno de La Niña, que provoca condiciones más lluviosas que lo habitual en esta parte del planeta, fue escenario de dos fuertes inundaciones desde enero que causaron la muerte de una veintena de personas y daños materiales millonarios.
Según los científicos, los episodios climatológicos extremos en Australia, incluidos incendios, inundaciones y sequías, son causados en parte por el cambio climático.
EFE
