El politólogo Belarminio Ramírez considera que la victoria de Abel Martínez como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no constituye una sorpresa y entiende que su principal reto ahora es integrar a los demás precandidatos puestos electivos de cara a las próximas elecciones.
“Unos plantearán la conveniencia de que sean colocados en candidaturas senatoriales a algunos de los liderazgos estuvieron en la consulta”, indicó el Ramírez.
Para el especialista otra de las acciones del recién electo candidato debería ser la integración de los otros participantes en las estructura de trabajo que conforman su propuesta presidencial.
Señala una cohesión de la dirigencia de esa organización como una de sus principales características.
“El PLD tiene una naturaleza y es que cuando llega al poder, todos gobiernan, y esa conducta facilita que se pongan de acuerdo”, planteó.
Resalta que el también alcalde de Santiago exhibió el respaldo de una estructura capaz de movilizar votos en todo el territorio nacional.
“Abel ganó desde el momento que lanzó su precandidatura, puesto que, arrancó con el apoyo del 58.94 de la matrícula del Comité Central y 72.41% de los senadores y diputados. También el 63.83% de los alcaldes”, detalla Ramírez.
Agrega que el 88.24% de los Directores Municipales y el 61.29% de los presidentes municipales y de circunscripciones le manifestaron su apoyo, así como el 69.05% de los regidores y vocales se sumaron al proyecto; de igual modo el 77.21% de los presidentes de comité intermedio.
Añade que con un apoyo de tal magnitud resultaba difícil vencer al ex fiscal de Santiago, “aunque todo los demás competidores se aliaran”.
Valida como hábil la estrategia de la organización de la estrella amarilla, la escogencia a esta fecha el candidato presidencial, esto debido a que la acción frena la estampida de dirigentes y simpatizantes de esa organización hacia la Fuerza del Pueblo, resaltando la forma ordenada, civilizada y con madurez democrática con la que se hizo la consulta.