Washington.- El Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, invocó este viernes una provisión legal para esquivar al Congreso y aprobar, sin su autorización, una venta de armas por 8.100 millones de dólares a Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Jordania.
El objetivo es “impedir la agresión iraní y reforzar la capacidad de defensa propia” de los aliados de Estados Unidos, explicó en un comunicado el secretario de Estado, Mike Pompeo.
El titular de Exteriores notificó al Congreso su decisión de usar un resquicio de la ley que regula la exportación de armas con la meta de esquivar la supervisión de los legisladores y entregar a Arabia Saudí, EAU y Jordania equipos de vigilancia, municiones de precisión y otros suministros.
Pompeo aseguró que “retrasar esta entrega podría causar la degradación de sistemas y la falta de piezas de mantenimiento necesarias, lo que podría crear graves problemas de aeronavegabilidad e interoperabilidad para nuestros socios clave, en un momento de creciente volatilidad regional”.
Pompeo dijo que “tiene intención” de usar solo “una vez” la excepción legal que permite al Ejecutivo exportar armamento sin la autorización del Congreso, al que le corresponde dar luz verde a esas operaciones.
La oposición del Congreso al apoyo militar de EE.UU. a Arabia Saudí ha ido en aumento en los últimos meses y, de hecho, los legisladores han llegado a bloquear cerca de 2.000 millones de dólares en ventas de armas durante más de un año y medio.
Este bloqueo ha ocurrido por la preocupación de los legisladores sobre las bajas civiles en la operación militar liderada por Arabia Saudí en el Yemen y la indignación por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, en octubre pasado, por agentes saudíes.
En abril, Trump vetó una resolución aprobada por el Congreso para que Estados Unidos retirara el apoyo castrense que brinda a Arabia Saudí en la guerra del Yemen.
La medida logró el apoyo de la mayoría de los legisladores tras el asesinato de Khashoggi el pasado 2 de octubre en el consulado de su país en Estambul por agentes saudíes llegados desde Riad, algunos cercanos al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, lo que generó un gran rechazo internacional.
Trump, sin embargo, ha defendido al reino como un gran aliado en la región y se ha opuesto a que el asesinato de Khashoggi cambie las relaciones entre ambos países. EFE