Por Marcos Contreras.- Ocho años después del atentado que lo marcó para siempre, dejándole secuelas físicas y sicológicas, el joven Francis González Gil, víctima del incendio en un vagón de la línea dos del Metro de Santo Domingo, para insertarse nuevamente el mercado laboral.
Denuncia que muchas empresas “abanderadas del discurso de inclusión” en el país, discriminan a quienes optan por llenar sus vacantes por tener alguna condición física, aún cumpliendo con los requisitos para ocupar el puesto.
Lamenta que durante más de un año buscando empleo, al ver su currículum reconocidas compañías le convocaran a entrevistas presenciales, pero al verlo portar auxiliares auditivos (un dispositivo que le recomendaron los médicos para escuchar mejor), lo descartaran.
“Eso de la inclusión es sólo un discurso en muchos lugares. No fueron dos ni tres los sitios a los que acudía para una entrevista de trabajo y cuando me veían me preguntaban < ¿y esos audífonos?>, en seguida empezaban las miradas extrañas e insinuaciones dudosas sobre mi capacidad, hasta que me descartaban”, dijo González en una entrevista para N Digital.
El profesional de la Publicidad, manifestó que muchas organizaciones que se pronuncian a favor de la inclusión, solo se limitan a cumplir con la cuota del 2 por ciento establecido en la Ley Orgánica sobre Igualdad de Derechos de las Personas con Discapacidad (Ley No.5-13), rechazando en lo adelante talentos con aptitudes por como lucen.
“Después de cumplir esa cuota obligatoria, muchos grupos empresariales discriminan, le cierran las puertas a personas con alguna condición aunque las necesiten”, manifestó.
Agregó que utiliza esos dispositivos en sus oídos por los niveles de sordera en su estructura auditiva provocadas por las quemaduras que sufrió en el suceso.
Indica que a pesar de los daños en su brazo izquierdo y en su mano, desarrolló la habilidad para ejecutar comandos en el teclado con dos de sus dedos, lo que le permite ejercer sus labores de manera eficaz.
El hecho que conmocionó a la sociedad dominicana se produjo la mañana del 27 de octubre del año 2014, día en el que el joven, que laboraba para un importante grupo corporativo, llegó a la estación Eduardo Brito para abordar un vagón que lo transportaría hasta las proximidades de su lugar de trabajo.
La pesadilla que lo haría vivir un infierno
Cuando el tren se detiene en la segunda parada, que lleva por nombre Manuel de Jesus Galván y ubicada próximo a la calle Albert Thomas, abordan varios pasajeros, entre ellos Frank Kelin Holguín Medina, quien cargaba una mochila con utensilios y gasolina, con los que ejecutó un plan que tenía en mente y con el que cambiaría el curso de la vida de muchos de los pasajeros que iban a bordo.
Segundos después de subir Holguín Medina prendió fuego al bulto que cargaba provocando un incendio en el que Francis sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en el 60 por ciento de su cuerpo, incluyendo rostro, espalda, brazos y piernas.
Otras 15 personas resultaron con heridas y quemaduras.
El 8 de marzo de 2016, Durán fue condenado a 35 años de cárcel por violación a la ley 267-08, convirtiéndose en el primer dominicano condenado por terrorismo en el país.
El 19 de agosto de ese mismo año la Segunda Sala de la Corte de Apelación del Distrito Nacional ratificó la condena, tras la apelación interpuesta por parte de los abogados de la defensa.
Con 37 años de edad, Gil es padre de un niño de 7 y esposo de una joven de 27, quienes le motivan diariamente a seguir adelante.
Hoy en día González Gil labora como Diseñador Gráfico en Cartones del Caribe donde, declaró, recibió los exámenes correspondientes al momento de ser evaluado para determinar si el nivel de los daños le permitían realizar las funciones requeridas por la vacante.
“Valoro mucho esta oportunidad que me dio la empresa, he podido poner en práctica mis conocimientos y valoran mucho mi potencial. Y no es para menos, son una empresa con Certificación ISO 9001”, resaltó.