Las presiones internacionales sobre la política migratoria ejercida por la República Dominicana en las últimas semanas, específicamente las deportaciones de miles de haitianos, ha unido a todos los sectores de la sociedad en la nación caribeña.
Funcionarios del actual gobierno, legisladores de las diferentes bancadas, así como líderes políticos de la oposición y el empresariado dominicano han alzado su voz para defender la soberanía de del país, su política migratoria y rechazar categóricamente los campos de refugiados.
El presidente Luis Abinader ha fijado posiciones contundentes respecto al tema, dejando claro que República Dominicana es un país soberano, y que por lo tanto, se rige por sus propias leyes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Mirex), ha rechazado tanto las declaraciones de Estados Unidos como de organismos internacionales. En un comunicado reciente la entidad manifestó que ha sido enfática, desde el inicio del presente gobierno, en la denuncia, ante la comunidad internacional, de la alarmante situación del país vecino, sin que ésta haya tomado las medidas apropiadas para enfrentar la explosiva realidad humanitaria, social y política en Haití, que afecta gravemente la seguridad nacional de República Dominicana.
El ex mandatario, Leonel Fernández y uno de los principales líderes de la oposición dominicana, también se ha expresado al respecto y dijo que el país tiene el derecho de elaborar y ejecutar sus políticas migratorias.
“República Dominicana conserva el poder absoluto en la elaboración y ejecución de sus políticas migratorias, incluyendo los procesos de deportación, siempre que estos no sean contrarios al derecho internacional público”, dijo Fernández.
Asimismo, el varias veces candidato a la presidencia por el partido Alianza País, Guillermo Moreno, manifestó que Estados Unidos ha podido utilizar la vía diplomática para expresar sus queja al gobierno dominicano, sin hacerlo público. “Nos siguen tratando como colonia, nos siguen viendo como colonia y ese documento es exagerado. República Dominicana es un país soberano y debe tratarse como tal”, aseguró.
Legisladores de distintas bancadas también han dado su apoyo rotundo a la postura del Gobierno dominicano con relación esta problemática.
La República Dominicana en el presente mes de noviembre ha recibido toda clase de presiones no solo de parte de importantes organismos internacionales, sino también de medios de prestigios por el tema de la migración y de la deportación de cientos de nacionales haitianos hacia su país de origen.
La última embestida hacia la República Dominicana vino de Estados Unidos, cuando, a inicios de semana, prohibió la entrada de azúcar producida en República Dominicana por la empresa Central Romana Corporation Limited (Central Romana), alegando trabajo forzoso en las operaciones.
CNN, una de las principales cadenas de noticias de los Estados Unidos, realizó un extenso reportaje, donde asegura que desde el país se han deportado cientos de niños hacia Haití sin sus padres.
A esto se suma el comunicado enviado por la Embajada de los Estados Unidos en la República Dominicana apenas la semana pasada, asegurando que ciudadanos estadounidenses de color han sido discriminados por parte de la Dirección General de Migración.
A principios de mes el alto comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió las autoridades de República Dominicana detener las deportaciones de haitianos a su país de origen.
