Los talibanes frustraron este viernes un atentado suicida en la capital afgana, poco antes de que se cometiera, contra el líder islámico Gulbuddin Hekmatyar, también conocido como “el carnicero de Kabul”, que se encontraba en una mezquita en el complejo de sus oficinas para dar el sermón.
El intento de atentado ocurrió a primera hora de la tarde en el suroeste de Kabul, cuando dos atacantes en un vehículo cargado de explosivos intentaron entrar en el complejo donde se encontraba Hekmatyar, afirmó a EFE el jefe policial del área, Mulavi Zabiullah.
“Dos terroristas suicidas (…) fueron interceptados por las fuerzas de seguridad antes de su ataque. Ambos terroristas suicidas fueron abatidos y un miembro de las fuerzas de seguridad también murió”, detalló el jefe policial.
“Los atacantes suicidas estaban en un coche bomba que intentó ingresar dentro de la oficina de Hekmatyar, pero los guardias de seguridad los reconocieron y mataron. Uno de los guardias de seguridad que detectó a los terroristas suicidas también murió”, confirmó a EFE Mohammad Rahim, miembro del partido de Hekmatyar.
Las autoridades no han ofrecido detalles sobre los atacantes o si estos estaban vinculados con alguna organización terrorista.
Hasta antes de su llegada al poder en agosto del año pasado, los ataques selectivos de personalidades fueron atribuidos a los talibanes, aunque la victoria de los fundamentalistas y su ascensión al Gobierno han trasladado esas acusaciones al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El Estado Islámico de Khorasan, la rama afgana de EI, ha reivindicado la autoría de muchos de los ataques en Afganistán y se ha erigido como la principal amenaza a la estabilidad del país, si bien el Gobierno de los fundamentalistas insiste en negar que la organización armada represente un desafío de seguridad.
Mezquitas, escuelas, zonas diplomáticas o de alta seguridad, y los propios talibanes se han convertido en los objetivos del EI.
Hekmatyar, afín a los talibanes y a su ideario fundamentalista, es como ellos de la mayoritaria etnia pastún y fue bautizado por sus seguidores como el “emir de las dos yihads” por su lucha contra los soviéticos y los estadounidenses.
El historial combativo del antiguo “señor de la guerra” Hekmatyar (1949) es largo, después de luchar contra la ocupación soviética de Afganistán (1979-1989) y participar en la guerra civil afgana durante la década de los 90, lideró el otrora segundo grupo insurgente afgano, Hezb-e-Islami (Partido Islámico), con el que se alió a los talibanes y Al Qaeda para combatir a las tropas extranjeras en el país tras la invasión estadounidense en 2001.
Carismático y primer ministro en dos ocasiones durante la década de los 90, decidió abandonar las armas y la clandestinidad con la firma de un acuerdo de paz en 2016 con el antiguo Gobierno de Ashraf Ghani.
Hekmatyar ganó el sobrenombre “del carnicero de Kabul” después de que bombardeara de manera continuada la capital en 1992 cuando trataba de controlarla, causando al menos un millar de muertos y 8.000 heridos, según denunció entonces la Cruz Roja.
EFE