Un infarto cortó la vida a Amable Aristy Castro a sus 73, el hombre humilde nacido en la comunidad El Bonao, Higüey, donde vendió productos en las calles y limpió zapatos, para establecer un récord de 38 años como legislador (8 como diputado y 30 como senador), fruto de nueve triunfos legislativos consecutivos para convertirse en “El Cacique de La Altagracia”.
La vida de Amable no fue color de rosa, pues nació en el seno de una familia humilde y desde los nueve años comenzó a trabajar en el colmado de su tío Chichí Aristy. Luego alcanzó cierta independencia al desempeñarse como vendedor ambulante, limpiabotas y conserje.
Comienza a subir de nivel cuando asciende a empleado municipal, después secretario de la Fiscalía de Higüey y mensajero de un banco, hasta convertirse en gerente de una sucursal.
Pero es con su ingreso al Partido Reformista en el 1976 que su vida toma otro rumbo, pues apenas seis años después, en el 1982 es electo diputado PRSC-La Altagracia y no perdió ni una sola contienda legislativa hasta las elecciones del 2020, 38 años después.
Fue reelecto diputado en el 1986 y para el 1990 asciende a senador por los próximos 30 años.
Desde 1994 a 1998 fue presidente del Senado, donde tuvo el privilegio de colocar la banda presidencial a dos presidentes de la República: Joaquín Balaguer, en el 1994, y a Leonel Fernández, en el 1996
OTRAS FACETAS. Su representación como senador altagraciano la alternó con otras funciones.
Luego de asegurar su reelección como senador en el 1998, renuncia para ser elegido secretario general de la Liga Municipal Dominicana (LMD).
Siendo secretario de la LMD vuelve aspirar a senador por la Altagracia en el 2002 y gana rotundamente. Asume el cargo en agosto y luego renuncia para agotar otro período de cuatro años, al frente del organismo asesor de los ayuntamientos.
Este modelo lo replicó para las elecciones del 2006.
CANDIDATO PRESIDENCIAL. El ascenso político de Aristy Castro fue puesto a prueba en el 2007, cuando ganó las primarias del Partido Reformista y es candidato presidencial para las elecciones del 2008, sufriendo su primera derrota electoral.
Para las elecciones del 2010 recupera su honor al ganar la senaduría de La Altagracia y tras no tomar juramento el 16 de agosto de 2010, pues aspiraba a repetir las hazañas del 2002 y 2006 para seguir en la LMD, meses después tras verse amenazado por un posible juicio político por dejar vacante su curul, toma su cargo como senador y deja la secretaría general de la LMD, después de 12 años de control, en poder de un primo suyo, Fidias Aristy.
En el 2015 pone fin a 39 años de militancia en el PRSC y forma su propio partido, el Liberal Reformista.
DINASTÍA. Aristy Castro apadrinó a su hija Katrina Aristy, quien agotó 18 años como alcaldesa de Higüey, hilando cuatro victorias consecutivas, desde el 2002 al 2020.
Como senador y alcaldesa, merecidamente se ganaron el mote de “Karina y Amable: la fórmula confiable”. La hegemonía de Los Aristy llegó en las elecciones del 2020.
FIN DEL CACICAZGO. Tras la derrota de Aristy Castro como senador de La Altagracia, en las pasadas elecciones del 2020, se puso fin al último de los líderes hegemónicos provinciales de RD, acontecimiento que dio paso a una nueva generación de dirigentes, más jóvenes que ascienden desde el Congreso Nacional y en las direcciones partidarias.
Con cada elección suya como senador, prácticamente arrastraba a los diputados de su partido en La Altagracia y ni se diga de los síndicos y regidores de los municipios Higüey, Boca de Yuma y el distrito municipal de Verón. Su hija Karina Aristy fue alcaldesa de Higuey gracias al poder del padre.
Por más de tres décadas, todo se decidía en La Altagracia por cuenta de Aristy Castro, estando su partido en el Gobierno o en la oposición. A lo interno se hacía lo que él decidiera y contaba con el respeto y temor de sus contrarios.
Hizo alianzas con el PLD y PRD para consolidar su liderazgo que comenzó una curva luego de las elecciones del 2010.