En 2013, en la extinta plataforma Vine, se compartió un clip de un joven estadounidense cuya reacción al ser confundido por otra persona se viralizó de inmediato. El rostro del pequeño afroamericano intentando desviar la mirada causó tanta gracia que su captura ha sido compartida infinidad de veces por millones de personas que lo transformaron en meme. Ahora, casi 10 años después, la historia de este muchacho sorprende a los Estados Unidos.
Es que Dieunerst Collin se ha convertido en una promesa del fútbol americano. Con 19 años, mientras se destaca en como jugador del Lake Erie College, este norteamericano que estudia para convertirse en analista y gestor deportivo se ha transformado en una figura del deporte más popular de los Estados Unidos y hay quienes le auguran un futuro en la NFL, la división más importante.
Collin suele bromear en sus redes sociales sobre lo que ocurrió hace casi una década cuando alguien lo grabó en un local de pollo frito y le provocó una reacción tan tierna y divertida que lo catapultó hacia la fama. Claro, lo curioso de este mundo virtual es que nadie de los que viralizaban la imagen suya sabía su nombre, hasta que hace unos meses fue elegido como uno de las grandes promesas del fútbol americano.
En 2021, el jugador fue una de las piezas claves de la escuela East Orange Campus que se alzó con el título el campeonato estatal de Nueva Jersey. Cuando recibió el premio por además ser seleccionado para integrar el “equipo ideal” de la temporada de la división y de la conferencia, muchas personas lo reconocieron por ser el niño que en 2013 se había hecho viral.
Fue entonces que la historia llegó a oídos de la cadena de pollo frito Popeye’s, en cuya tienda fue grabada la famosa escena que disparó el meme. Ante esto, Collin no dudó y empezó una campaña para poder dar con las mentes detrás de la compañía. Esta semana, según informó Front Office Sports, el niño sensación de internet y la empresa de pollo frito firmaron un acuerdo de patrocinio.
Aquel video viral por fin ha dado frutos en la vida de este estudiante norteamericano que brilla como linero ofensivo de su equipo y se hace llamar El Rey Ballena Asesina. Es que con su 1,82 metros de altura y sus casi 150 kilos consigue proteger de manera perfecta a su mariscal de campo y sus actuaciones en ligas juveniles ya entusiasman a la NFL.
Es que más allá de sus dotes, Collin cuenta con algo que ningún otro prospecto de su categoría tiene: fama. Esto puede significar una tentación para las franquicias en el futuro que se entusiasman con hacer campañas promocionando al niño que pasó de ser un meme a una estrella.