El Ministerio de Medio y Recursos Naturales y la Mesa del Agua del Municipio de Guerra unificarán esfuerzos para proteger los humedales de esa demarcación, mediante la definición de un plan de comanejo conjunto que evitará la intervención de empresas y personas con fines lesivos a esos recursos naturales.
Representantes de la Mesa del Agua de Guerra giraron una visita al despacho del ministro, Miguel Ceara Hatton, donde expresaron su gran preocupación por la situación de algunos humedales, como la Laguna del Lago que ha sido invadida y rellenada en forma indiscriminada.
A la visita girada al ministro de Medio Ambiente, asistieron el alcalde del municipio de Guerra, César Rojas, el diputado al Parlacen, Carlos Sánchez, el técnico medioambiental, Sócrates Barinas, la dirigente comunitaria Julia Reynoso, el empresario Luis Alberto y Sol Inés, del politécnico Futuro Vivo.
Durante la conversación sostenida con los representantes de la Mesa del Agua, el ministro Ceara Hatton se mostró muy interesado en la problemática, por lo que instruyó a varios de sus viceministros a que realicen un descenso en las zonas invadidas para de inmediato tomar las medidas de lugar.
El funcionario dijo que coordinarán sus acciones a través de los vice ministerios de Áreas Protegidas, el de Suelo y Agua, para detener inmediatamente la progresiva depredación de los humedales invadidos.
¨Vamos realizar un levantamiento en la zona, a los fines de definir el proceso de intervención, y así detener la agresión contra esos recursos naturales y también haremos gestiones para que se establezca vigilancia permanente¨, garantizó Ceara Hatton.
Los integrantes de la Mesa del Agua presentes en la reunión definieron como urgente la intervención del Ministerio de Medio Ambiente, no solo para rescatar las lagunas invadidas; sino para definir un esquema de trabajo conjunto que permita la protección de los más de 250 humedales que hay en la zona.
Al tomar la palabra en la reunión, el diputado y ambientalista, doctor Carlos Sánchez propuso además que la Laguna de Nicanor sea rescatada para convertirla en un parque ecológico.
Todos coincidieron en que debe desarrollarse un programa educativo que promueva cambios a largo plazo en la mentalidad de los munícipes de Guerra, y para detener el avance de la contaminación y la invasión.
“Más de un millón y medio de habitantes del municipio Santo Domingo Este reciben agua desde el Municipio de Guerra, por lo que sus recursos naturales deben ser salvaguardados ante las permanentes amenazas de invasores y depredadores”, argumentaron.
Los representantes de la Mesa del Agua también se refirieron a la necesidad de una planta para el tratamiento de aguas servidas; y de la construcción del alcantarillado sanitario.