El gobierno de Ucrania aseguró estar dispuesto a discutir el futuro de Crimea con Rusia si sus fuerzas llegan a la frontera de la península ocupada por Moscú, dijo Andriy Sybiha, asesor del presidente Volodimir Zelensky al medio británico Financial Times.
Sybiha, quien es el subjefe de la oficina de Zelensky, habló sobre el interés de Ucrania en las negociaciones desde que interrumpió las conversaciones de paz con el Kremlin en abril pasado.
“Si tenemos éxito en el logro de nuestros objetivos estratégicos en el campo de batalla y cuando estemos en la frontera administrativa con Crimea, estamos listos para abrir [una] página diplomática para discutir este tema”, dijo Sybiha al Financial Times.
“Eso no significa que excluyamos el camino de la liberación [de Crimea] por parte de nuestro ejército”, agregó.
El presidente Zelensky, ha descartado hasta el moemnto cualquier tipo de conversaciones de paz con Rusia hasta que las fuerzas del Kremlin abandonen toda Ucrania, incluida Crimea.
Sybiha dijo que el presidente se está refiriendo específicamente a Crimea, ya que el ejército de Ucrania se acerca al lanzamiento de su contraofensiva para recuperar territorio.
Ucrania abandonó las negocioaciones de paz con el Kremlin tras el descubrimiento de fosas comunes Bucha que apuntan a que Rusia cometió crímenes de guerra en la región, lo que obligó a Zelensky a firmar un decreto declarando imposibles las negociaciones con Putin después de que el Kremlin anexó ilegalmente cuatro provincias al territorio ruso en septiembre.
El mandatario ha dejado en claro en repetidas oportunidades que su objetivo final es poner todas los territorios de su país, incluida Crimea, bajo el control de Kiev.
Sin embargo en mayo del año pasado, se refirió a que podría considerar un acuerdo de paz si las fuerzas rusas regresaban a las posiciones en el este de Ucrania y sugirió que el problema de Crimea se resolvería más adelante a través de la diplomacia.
En las últimas semanas han aumentado las noticias de que Rusia está reclutando trabajadores y -según algunas fuentes, utilizando mano de obra forzada- para cavar trincheras y construir fortificaciones en Crimea en zonas que se vería obligada a defender si Ucrania convirtiera la península en uno de los principales objetivos de su ofensiva de primavera.
La actividad se centra principalmente en las zonas alrededor del istmo de Perekop, una franja de tierra de aproximadamente 19 millas de largo que conecta Crimea con el territorio continental ucraniano. Su importancia estratégica es obvia cuando se piensa que allí se han excavado fortificaciones de forma intermitente desde hace 2.000 años.
Rusia ha estado reforzando sus posiciones defensivas allí desde que ocupó por primera vez la península en 2014, pero ahora que se habla de que Ucrania está planeando lanzar inminentemente un gran empuje, el trabajo aparentemente se ha redoblado. En caso de un intento de asalto anfibio, la fortificación de las playas de Crimea también está en marcha desde hace algunos meses.
Los medios de comunicación ucranianos también han informado de que se están preparando planes para una rápida “evacuación forzosa” de Crimea. Christopher Morris, experto en estrategia militar de la Universidad de Portsmouth, subraya aquí la importancia estratégica de Crimea en este conflicto. Es una base para la Flota rusa del Mar Negro y proporciona un acceso crítico al comercio a través de puertos como Sebastopol. También constituye el ancla de un frente meridional desde el que amenazar a Ucrania.
“Rusia ha controlado Crimea durante casi nueve años, y ¿qué ha hecho con ella? Convertirla en su gran base militar”, dijo a EFE Mariia Tomak, líder de la Plataforma por Crimea, que recuerda que Moscú sigue utilizando su flota en la península para alcanzar con sus misiles regiones ucranianas de todo el país.
“La presencia de Rusia en Crimea será siempre un peligro para Ucrania”, declaró el mes pasado Tamila Tasheva, representante de la presidencia ucraniana para Crimea.
Tasheva señaló que ha sido la ocupación rusa de Crimea la que ha permitido a Rusia conquistar o bloquear los puertos ucranianos del Mar Negro, amenazando las exportaciones de un volumen de grano vital para la seguridad alimentaria de muchos países.