ÚNEZ.- Más de 14.000 personas migrantes, la mayoría del África subsahariana, fueron interceptadas o rescatadas en Tunez en los tres primeros meses del año cuando trataban de alcanzar las costas europeas en embarcaciones precarias, informó este viernes la Guardia Nacional tunecina.
Los guardacostas frustraron 501 tentativas de migración irregular e interceptaron o rescataron a 14.400 personas, de las cuales sólo 1.200 eran ciudadanos tunecinos, explicó el portavoz de este cuerpo, Houssem Jebabli.
Una cifra cinco veces superior que durante el mismo periodo del año pasado, que alcanzó en el primer trimestre un total de 2.532 rescates- 1.657 migrantes subsaharianos- en 172 operaciones.
Este repunte de llegadas a la isla italiana de Lampedusa, a 150 kilómetros de distancia, coincide con una campaña de detenciones y ataques xenófobos contra ciudadanos subsaharianos tras el discurso del presidente tunecino, Kais Said, que les acusó de formar parte de un complot para cambiar la demografía y la identidad «arabo-musulmana» del país.
En las últimas semanas cerca de un centenar de personas, todas ellas originarias del África subsahariana, han fallecido en varios naufragios y al menos otras 60 se encuentran en paradero desconocido.
Organizaciones de derechos humanos acusan a las autoridades de represión contra las campañas humanitarias para ayudar a las personas migrantes mientras cientos de ellas, en su mayoría de Costa de Marfil y Guinea Conakri, han solicitado el retorno voluntario a sus respectivos países después de haber perdido sus trabajos- a menudo informales- y, en algunos casos, haber sido expulsados de sus viviendas por los propietarios.
Según estadísticas del Ministerio del Interior italiano, el pasado año llegaron a sus costas más de 18.000 migrantes tunecinos – 4.000 de ellos menores- y al menos 600 personas perdieron la vida en su intento por atravesar el Mediterráneo Central, que incluye también la costa de Libia, y que está considerada la ruta migratoria más mortífera del mundo.