El Gobierno chino ha repudiado las críticas del G7 contra sus prácticas económicas y su expansión en el Indo-Pacífico al describir al grupo de líderes internacionales como un obstáculo para la estabilidad y el desarrollo.
«Este grupo dice avanzar hacia un mundo más estable, pacífico y próspero pero lo que en realidad está haciendo es obstaculizar la paz internacional, dañar la estabilidad regional y suprimir el desarrollo de otros países», ha hecho saber el Ministerio de Exteriores en su página web.
En relación a otras críticas del G7 contra la expansión en el Indo-Pacífico, su reclamación de soberanía sobre Taiwán y la situación de la minoría uigur, el Gobierno chino entiende todas estas denuncias como un «intento de ensuciar y atacar» al país, así como una «grosera interferencia en los asuntos internos» de la nación.
«China expresa su profunda insatisfacción y firme oposición, y ya ha presentado duras quejas a Japón, como anfitrión de la cumbre, y otras partes relevantes», añade el comunicado.
Finalmente, sobre las críticas del G7 sobre las presuntas maniobras «coercitivas» impulsadas por China en el ámbito económico y las próximas medidas del grupo para incrementar su autonomía de China en las cadenas globales de suministros, Pekín ha respondido que «la única coerción económica aquí es la que ejerce EEUU».
«Estados Unidos no hace sino politizar y convertir las relaciones económicas y comerciales en un arma al imponer sanciones unilaterales. Pedimos al G7 que no sea cómplice de esta verdadera coerción económica», ha añadido el Ministerio de Exteriores.