Los servicios de rescate ucranianos han contabilizado ya 11 víctimas mortales como resultado del ataque ruso que alcanzó ayer por la noche una pizzería de la ciudad de Kramatorsk, situada cerca del frente en la provincia de Donetsk (oeste).
A las 17:00 horas del 28 de junio se han recuperado de los escombros los cuerpos de 11 personas (incluidos tres niños), 56 personas han sido heridas (incluido un niño) y siete personas han sido rescatas [ilesas]”, informó el Servicio de Emergencias del Estado en su canal de Telegram.
Los psicólogos de esta institución se encuentran en el lugar de los hechos proporcionando apoyo psicológico a los afectados, mientras que continúan aún las operaciones de búsqueda y rescate, añadió el mensaje.
Según la agencia ucraniana “Ukrinform”, los menores muertos son una adolescente de 17 años y dos hermanas de 14 años.
Entre los heridos se encuentra la escritora ucraniana Victoria Amelina, que cenaba en la pizzería con una delegación de personalidades de Colombia, entre ellas el escritor Héctor Abad, el ex-Alto Comisionado para la Paz de Colombia Sergio Jaramillo y la periodista Catalina Gómez, que salieron prácticamente ilesos.
De Amelina se supo esta mañana que se hallaba en estado crítico debido a una fractura en el cráneo, pero desde entonces no han trascendido informaciones sobre su condición.
Los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) anunciaron hoy la detención de un hombre sospechoso de haber transmitido a las fuerzas rusas informaciones sobre el establecimiento atacado y otros puntos de concentración de civiles e infraestructuras esenciales en Kramatorsk.
El supuesto agente ruso grabó antes del ataque un vídeo donde podía verse la pizzería y los vehículos aparcados a su alrededor y lo envió a los servicios de inteligencia militar rusos, según informó el SBU en su canal de Telegram.
El Ejército ruso asegura haber destruido en Kramatorsk un puesto de mando de las Fuerzas Armadas ucranianas, según el portavoz de Defensa Igor Konashénkov, que no ha hecho ninguna referencia a las muertes y los destrozos documentados en la ciudad después del ataque.
EFE