Un nuevo informe del Departamento de Estado sobre la retirada de Estados Unidos de Afganistán concluyó que algunas de las decisiones tomadas por el presidente, Joe Biden, “complicaron las dificultades” que enfrentaron los diplomáticos al momento de retirarse del país en junio de 2021.
“Las decisiones tanto del presidente Trump como del presidente Biden de poner fin a la misión militar de Estados Unidos plantearon desafíos importantes para el Departamento, ya que buscaba mantener una sólida presencia diplomática y de asistencia en Kabul y brindar apoyo continuo al Gobierno y al pueblo afganos”, explica el informe, desclasificado en las últimas horas y reproducido por la agencia de noticias Europa Press.
La Casa Blanca ya publicó fragmentos de este informe en abril, basándose en parte en la investigación del Departamento de Estado, que se completó en marzo de 2022, pero ese resumen inicial describió a la Administración Biden en mejores términos, al afirmar que el presidente “llevó a cabo un proceso de toma de decisiones deliberado, intensivo, riguroso e inclusivo”, pero se vio limitado por su predecesor.
Al ser consultado por la prensa sobre el asunto, Biden evadió la respuesta: “Toda la evidencia se está reuniendo. ¿Recuerdas lo que dije sobre Afganistán? Dije que Al Qaeda no estaría allí. Tenía razón”.
Si bien la Casa Blanca explicó anteriormente que Biden ordenó a las agencias gubernamentales que se prepararan para “todas las contingencias”, la investigación del Departamento de Estado encontró “desorganización en el nivel más alto del Gobierno” y sostuvo que “no estaba claro quién en el departamento tenía el liderazgo” en los esfuerzos de evacuación.
Incluso cuando los talibanes acumularon poder y se acercaron a Kabul, el informe dice que los funcionarios estadounidenses no actuaron con la urgencia adecuada y, en cambio, “parecían confiar en las garantías recibidas” del entonces presidente de Afganistán de que las fuerzas del país “se concentrarían en la defensa de Kabul y creyeron que podrían mantener a raya a los talibanes durante algún tiempo”.
Aunque las estimaciones sobre el tiempo que el ejército de Afganistán podría haber mantenido el control variaron, la investigación del Departamento de Estado afirma que los funcionarios estadounidenses no planificaron lo suficiente para “el peor de los casos” y “no tomaron medidas decisivas una vez que quedó claro que ese escenario era una realidad”.
La retirada de Estados Unidos de Afganistán, que terminó el 30 de agosto de 2021, conmocionó a los estadounidenses y a los aliados Washington tras dos décadas de ocupación.
Las últimas tropas estadounidenses organizaron una evacuación desesperada del aeropuerto de Kabul después de que los talibanes vencieran en cuestión de semanas a las fuerzas afganas entrenadas por Occidente.
Trece soldados estadounidenses y 170 afganos murieron en un atentado suicida con bomba en el abarrotado perímetro del aeropuerto, donde una operación de transporte aéreo militar sin precedentes logró sacar del país a más de 120.000 personas en pocos días.
En junio de 2011, el presidente Barack Obama anunció un plan para comenzar a retirar las tropas estadounidenses de Afganistán en fases, con el objetivo de completar la transición a fines de 2014.
Después de ese anuncio, hubo una reducción gradual de las tropas estadounidenses en Afganistán durante los años siguientes, que se completó bajo el Gobierno de Biden en 2021.
El destape