Los informes de los organismos de seguridad del Estado daban cuenta de que políticos y activistas sociales contrarios al presidente Danilo Medina primero instalarían un campamento en el entorno del Congreso Nacional para luego ocupar a sede del Poder Legislativo.
La revelación fue hecha a N Digital por el presidente de la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI), Sigfrido Pared Pérez, quien aseguró que el propósito era sembrar el caos en el Congreso ocupando los salones de sesiones y otras áreas sensibles.
Detalló que esos grupos buscaban provocar inestabilidad congresual, para tratar de evitar el conocimiento de iniciativas legislativas y boicotea todas las actividades.
“El plan era supuestamente hacer una vigilia frente al Congreso, pero la intención era que en cualquier descuido, entrar al Congreso y quedarse ahí para ocupar los salones de sesiones”, afirmó.
Pared Pérez reveló que el informe fue remitido a los presidentes de ambas cámaras legislativas por parte del ministro de Defensa, Rubén Darío Paulino Sem y el jefe de la Policía Nacional, Ney Aldrín Bautista.
“Fue la visita que hicieron tanto el ministro de Defensa como el jefe de la Policía al Congreso para alertar esa situación. A ellos les informaron que había intenciones de ocupar internamente los salones del Congreso por diferentes grupos”, afirmó.
Dijo que estas acciones contaban con los auspicios de políticos y miembros de organizaciones de la sociedad civil contrarios al presidente Medina.
El pasado lunes, agentes policiales y militares dispersaron a bombazos a legisladores leales a Leonel Fernández y a jóvenes estudiantes que intentaron montar un campamento en el entorno del Congreso Nacional, como forma de oponerse a una eventual modificación de la Constitución para imponer la reelección.
El director del DNI dijo que el presidente del Senado, Reinaldo Pared Pérez y el residente de la Cámara Baja, Radhamés Camacho, fueron advertidos de la situación.
Ante esa situación, los presidentes de las cámara legislativas confirmaron que gracias a esos informe tomaron la decisión de colocar un cerco de seguridad en el Congreso, compuesto por 350 militares y 150 policías.