Un alto republicano del Senado ha publicado un documento del FBI que detalla una acusación de que el presidente Joe Biden y su hijo aceptaron sobornos de una empresa ucraniana.
Chuck Grassley, miembro del Comité Judicial del Senado, dijo: “El pueblo estadounidense ahora puede leer este documento por sí mismo”.
El documento no clasificado es un informe interno del FBI de junio de 2020 que describe las afirmaciones de un informante extranjero.
No hay evidencia de que Joe Biden haya recibido pagos de Ucrania.
Altos republicanos del Congreso han reconocido que la acusación no está verificada.
El memorando contiene una acusación de que Hunter Biden fue contratado por la compañía energética ucraniana Burisma en 2013 como una forma de obtener el apoyo de su padre, quien era el vicepresidente de EE. UU. en ese momento.
También alega que Burisma hizo dos pagos de $ 5 millones (£ 3,9 millones) a “los Biden” como parte de sus esfuerzos para destituir al fiscal general de Ucrania en ese momento, Viktor Shokin, y que había grabaciones de audio de Hunter y Joe Biden que respaldaban esto.
El informante le dijo al FBI que se enteró de estos detalles durante las conversaciones que tuvo con el director ejecutivo de Burisma y otros funcionarios de la compañía en 2015 o 2016.
El vicepresidente Biden había presionado públicamente para que se destituyera a Shokin como parte de un esfuerzo mayor del gobierno de Obama y los aliados de EE. UU. debido a la preocupación de que no fuera efectivo para combatir la corrupción en Ucrania.
Grassley, un senador de Iowa, dice que obtuvo una copia ligeramente redactada del memorando de un “denunciante” del departamento de justicia y decidió que publicarlo era de interés público.
Él y otros republicanos han dicho que el FBI considera que el informante es altamente creíble, pero el informe detalla cómo el informante dijo que no podía garantizar la exactitud de la información que estaba transmitiendo.
Grassley tuiteó una copia del memorando el jueves. Dijo que los votantes ahora pueden tomar sus propias decisiones “sin el filtro de políticos o burócratas”.
Su lanzamiento público, sin embargo, es un movimiento muy inusual y podría inflamar aún más las tensiones entre los republicanos del Congreso y los funcionarios de la administración del FBI y Biden.
Desde que recuperaron la mayoría el año pasado en la Cámara de Representantes después de cuatro años de control demócrata, los republicanos han iniciado una serie de investigaciones sobre el presidente Biden y su familia.
Las acusaciones detalladas en el documento del FBI son similares a las emitidas en los últimos años por los opositores políticos de Biden, incluido el exabogado de Trump, Rudy Giuliani, quien había viajado repetidamente a Ucrania para realizar sus propias investigaciones personales.
Las acusaciones de Giuliani contra los Biden se convirtieron en el foco del primer juicio político de Trump en 2019, que se centró en los esfuerzos del entonces presidente para presionar al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para que anunciara que iniciaría una investigación sobre los supuestos vínculos de Joe Biden con Burisma.
Bill Barr, el fiscal general de Trump, abrió una investigación del departamento de justicia sobre las acusaciones en 2020.
Le dijo al Federalist el mes pasado que le pasó el caso al fiscal federal en Delaware, el estado natal de Joe Biden.
Nunca se presentaron cargos en el caso.
El portavoz de la Casa Blanca, Ian Sams, dijo: “Es notable que los republicanos del Congreso, en su afán por perseguir al presidente Biden sin importar la verdad, continúen impulsando afirmaciones que han sido desacreditadas durante años.
“Está claro que los republicanos del Congreso están empeñados en hacer política desvergonzada y deshonesta y se niegan a permitir que la verdad se interponga en el camino”.
Los republicanos del Congreso se enteraron de la existencia del documento del FBI que detalla el relato del informante a principios de este año.
Habían presionado al director del FBI, Chris Wray, para que se lo proporcionara al Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, llegando incluso a amenazarlo con declararlo en desacato al Congreso si se negaba a cumplir.
Eventualmente brindó a los miembros del comité la oportunidad de acceder de forma privada a una versión redactada, pero advirtió que una publicación pública pondría en peligro los métodos de recopilación de inteligencia del FBI.
“Hemos explicado repetidamente al Congreso, en correspondencia y en sesiones informativas, lo importante que es mantener la confidencialidad de esta fuente de información”, dijo el FBI en un comunicado.
“La publicación de hoy del 1023, como mínimo, arriesga innecesariamente la seguridad de una fuente confidencial”.
Después de una revisión privada del documento el mes pasado, Jamie Raskin, el demócrata de mayor rango en el Comité de Supervisión de la Cámara, dijo que solo contenía acusaciones infundadas de segunda mano y ningún detalle nuevo.
Los funcionarios del FBI han descrito los formularios FD-1023 como un medio para documentar información de inteligencia “en bruto y no verificada” que no refleja las conclusiones de los investigadores.
“Registrar esta información no la valida, establece su credibilidad ni la compara con otra información conocida o desarrollada por el FBI en nuestras investigaciones”, dijo la agencia en un comunicado reciente.
Incluso el senador Ron Johnson, un republicano de Wisconsin que junto con Grassley escribió un informe en el Senado sobre Hunter Biden, se ha mostrado escéptico sobre el memorando.
Según el Cedar Rapids Gazette , el mes pasado le dijo a una presentadora de un programa de radio conservador, Vicki McKenna: “Esto podría provenir de un oligarca muy corrupto que podría estar inventando esto”.
BBC NEWS
