A principios de este año, la noticia de la muerte de la ex campeona estadounidense Jamie Cail estremeció al mundo de la natación. Había sido encontrada inconsciente por su novio en St. John, Islas Vírgenes, lugar donde residía y trabajaba en una cafetería. Poco se sabía sobre lo sucedido hasta que la Policía local informó que falleció en un “trágico accidente” con fentanilo, un potente opioide agonista sintético que se usa como analgésico.
Cail, de 42 años, quien era una de las mejores atletas de los Estados Unidos y competía a nivel internacional, fue hallada sin vida el pasado 21 de febrero cuando su pareja salió de un bar local para ir a verla y la encontró en el piso de su residencia alrededor de las 12:08 am. En ese momento, con ayuda de un amigo, la llevaron a la Clínica Myrah Keating-Smith, donde fue declarada muerta. La Policía fue informada de su muerte a las 2:39 am, dijeron las autoridades.
Las autoridades habían abierto inicialmente una investigación criminal sobre las circunstancias de muerte de la ex deportista oriunda de Clermont, New Hampshire, y finalmente, seis meses después la Oficina del Médico Forense determinó que su deceso fue accidental.
“Una vez en la clínica, se le practicó RCP y se notificó al 911, sin embargo, la mujer sucumbió a su dolencia (…) El martes 22 de agosto de 2023, el Departamento de Policía de las Islas Vírgenes recibió una copia del informe de la autopsia de Jamie Cail de la Oficina del Médico Forense. El informe indicó que la causa de la muerte fue la intoxicación por fentanilo con aspiración de contenido gástrico. La forma de muerte es accidental”, comunicó la Policía en redes sociales.
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